La Cupra Snow Experience, en pleno Círculo Polar Ártico, fue el contexto ideal para que un experto de la marca, como Tobias Klatt del Centro Técnico de Seat, nos hablase sobre cómo afectan las temperaturas extremas a las baterías de coches eléctricos como el Born, que tuvimos la ocasión de conducir allí por carreteras nevadas y circuitos completamente congelados.

¿Cómo afectan las temperaturas extremas a las baterías del coche?

No se puede dar un valor exacto de cuánta autonomía puede perder la batería de un coche en estas circunstancias, pero efectivamente sí se experimenta un descenso en su rendimiento. La temperatura óptima de trabajo de las baterías es de entre 10 y 30 grados, por lo que en el momento que éstas bajan de cero o alcanzan más de 45 grados, se produce un descenso de su autonomía.

¿Qué es peor para las baterías: el frío o el calor?

En mi opinión es el frío, porque se gasta más energía al tratar de calentar la batería hasta una temperatura óptima para su rendimiento. En cambio no hace falta tanta energía para enfriarla cuando esta está caliente o se rueda por zonas de mucho calor.

¿Es cierto que en temperaturas por debajo de cero se pierde hasta un 20% de autonomía?

Como he dicho antes, es complicado poner un porcentaje exacto a la pérdida de autonomíaen función de la temperatura exterior, ya que no sólo influye el propio sistema de aclimatación de la batería como la bomba de calor, sino también la energía que gasta cada usuario para poner a su gusto la temperatura del habitáculo. Independientemente de eso, en pruebas realizadas a 20 grados bajo cero, determinamos que los cargadores deberían estar a una distancia que suponga el 70% de la autonomía máxima que indica el coche, lo que no significa que se pierda un 30% de ésta con el frío, ya que siempre dejamos mucho margen de seguridad para no quedarse tirado.

¿Con qué elementos cuentan los Cupra electrificados para proteger las baterías de las temperaturas extremas?

La principal protección es la propia gestión de la energía acumulada por parte de los sistemas inteligentes del coche, como por ejemplo las indicaciones que le da el sistema de navegación al usuario para ser lo más eficiente posible, las alertas en la instrumentación sobre la propia temperatura de la batería y cómo esta puede afectar a la autonomía, o las recomendaciones del sistema sobre aspectos como activar la bomba de calor mientras el coche está enchufado al cargador para no depender de la energía acumulada. Todas estas interacciones entre el sistema inteligente del coche y el conductor son fundamentales para lograr la máxima eficiencia.

Y mecánicamente el elemento más importante a la hora de maximizar el rendimiento de la batería sería la bomba de calor. Ésta necesita menos energía para preacondicionar todo el coche y la batería, que si se hace un arranque en frío.

¿Las temperaturas extremas, además de afectar a la autonomía, también reducen la vida útil de las baterías?

Las temperaturas altas y bajas no tiene un efecto en sí sobre la vida de la batería, pero al reducir su autonomía hace que necesiten más ciclos de carga, lo que sí afecta a su salud. Una persona que en un país como Finlandia hace los mismos kilómetros al año que uno de España, necesita más cargas por cómo afecta el frío a la autonomía, por lo que sufriría un mayor desgaste de la batería. Aún así contamos con unas baterías de excepcional calidad que ofrecen una garantía muy elevada en su rendimiento durante muchos años con una mínima pérdida de su rendimiento.

¿Qué recomendaciones haría al propietario de un coche electrificado para alargar lo máximo posible la vida de la batería?

Sólo cargar al máximo la batería cuando tengamos planificado hacer un viaje largo, y habitualmente hacerlo hasta el 80%. Para ello nuestros coches cuentan con unos sistemas que pueden cortar la carga cuando se alcanza el porcentaje deseado. Igualmente es malo para la batería dejar que baje del 20%, y muy malo agotar su energía. Cuando se cargan por encima del 80% o trabajan por debajo del 20% sufren un mayor calentamiento, y como hemos dicho antes las temperaturas extremas son el peor enemigo de las baterías.

También se calientan en exceso cuando realizamos cargas a alta velocidad en supercargadores, por lo que lo más recomendable es planificar la carga con un ritmo lento si disponemos del tiempo para ello.