En el futuro sostenible, ecológico y silencioso de Ford, nadie puede quedarse atrás. Para los conductores en situación de discapacidad, una acción como enchufar un cargador al punto de carga público deseado puede convertirse en la barrera de movilidad que impida dar el salto a la propulsión cero emisiones. Una encuesta reciente en el Reino Unido mostró que el 61% de los conductores discapacitados considerarían la posibilidad de comprar un vehículo eléctrico sólo si la carga fuera más accesible. Por ese motivo, la firma del óvalo ha desarrollado un prototipo de estación de carga robotizada que completa el proceso sin necesidad de bajar del vehículo.

La implicación de Ford en la transición energética de nuestra movilidad es total, con lanzamientos que afectan al segmento de los turismos y los vehículos comerciales por igual. Una estrategia que puso en firme junto a otras 27 empresas al solicitar la garantía para que todos los coches y furgonetas nuevos, en Europa, sean completamente eléctricos o cero emisiones a partir de 2035. Un planteamiento que requiere de una mejor infraestructura para poder seguir el ritmo y la evolución de los fabricantes del sector de las cuatro ruedas.

La incertidumbre ante dichos cambios es importante, todavía más para aquellos que requieren de coches adaptados por su situación de movilidad reducida, discapacidad o problemas de agilidad derivados de la edad. Ford Adapta es un programa desarrollado por la filial española junto a su Red de Concesionarios y la Fundación ONCE, pero no es el único proyecto de este estilo y la red robotizada es un ejemplo.

Gracias a la implicación de la compañía, los modelos del óvalo incorporan una serie de innovadoras tecnologías al servicio de estas necesidades. Una responsabilidad social que también mantendrá en esta era electrificada y para la que cuenta con el apoyo de la red de Carga IONITY.

La estación robotizada

El prototipo de estación de carga robotizada permite manejar el proceso a través de un smartphone y desde el interior del vehículo. La idea es que la tecnología permita que las personas con movilidad reducida, o algún tipo de discapacidad, no tengan que bajar del coche para enchufar su coche eléctrico. Una maniobra que lleva a cabo un robot.

Previamente, Ford puso en marcha un estudio con pruebas iniciales en laboratorio y, tras los buenos resultados, han dado el salto a la vida real. La estación de carga, fabricada a medida por la Universidad de Dortmund (Alemania), funciona del siguiente modo:

¿Dónde se colocarán estas estaciones?

La idea de Ford, junto a IONITY, es colocar este tipo de estaciones de carga robotizada en aparcamientos para discapacitados o domicilios particulares. Sin descartar, por supuesto, la instalación en grandes compañías que ganen en practicidad, rapidez y optimización de los tiempos de carga de grandes flotas.

Estos puntos se sumarían a los más de 300.000 cargadores disponibles en la red de Ford, que facilita el acceso a estos mediante la aplicación Ford Charge Assist que encuentran los propietarios en el sistema de infoentretenimiento SYNC 4.