Teniendo en cuenta que la ciudad es donde los coches eléctricos ofrecen mayor autonomía y eficiencia, ¿tiene sentido comprar un EV del tamaño del Mercedes EQB con sus casi 4,7 metros de longitud y 7 plazas en el interior? Pues sí, la tiene, pero si tenemos muy claro para qué lo queremos.

Para saber cuál es el contexto más favorable para el EQB, conozcamos un poco más de este modelo. Se trata de un modelo único en el mercado, ya que no hay ningún otro eléctrico en su segmento con 7 plazas. Los dos asientos de la tercera fila se ofrecen como opción, y según la marca en ellos pueden viajar personas de hasta 1,65 metros de altura. De las pocas diferencias que existen respecto al GLB del que deriva, es que para poder acoger las baterías que nutren al motor eléctrico, se han tenido que elevar los asientos de la segunda fila, recortando en unos dos centímetros el espacio para las cabezas. A favor cuenta con que, gracias a un túnel de transmisión menos abultado, existe más espacio para las piernas.

Para esta prueba con el 350 4MATIC, con 292 CV y tracción total. Su gran batería de 66,5 kWh le otorga una autonomía de unos 400 kilómetros (según la ficha técnica), lo que es sorprendente para un coche con el tamaño, el peso y las prestaciones de este gran SUV. Con estas cifras, una carga rápida de hasta 100 kW con la que se pueden recargar las baterías al 80% en algo más de 30 minutos, y una calidad de vida a bordo soberbia, parece un coche idóneo para viajar…

¿Es el Mercedes EQB un buen coche para viajar?

Con los vehículos eléctricos más modernos y capaces se puede viajar, pero no están hechos para ello. La autonomía se reduce exponencialmente cuando ruedas por vías rápidas, teniendo que parar a recargar mucho más que con un gasolina y, sobre todo, un diésel; los tiempos de carga de las baterías son mucho más largos que si llenas un depósito de combustible; y además es bastante habitual encontrar problemas con los cargadores eléctricos, lo que supone un grave inconveniente en un viaje.

El EQB ofrece una buena autonomía y un confort en carretera excepcional, pero no tendría sentido comprarlo si vamos a viajar mucho. A lo largo de esta prueba hemos completado cuatro veces la distancia que separa Madrid de Valencia: en dos ocasiones hemos hecho el recorrido en poco tiempo más que con un coche con motor de combustión, pero en las otras dos ha sido un auténtico caos, doblando incluso ese tiempo. Tardamos 6 horas en llegar de Valencia a Madrid por problemas con los cargadores. Unas veces porque no funcionaban y otras porque estaban ocupados.

Incluso en el mejor de los casos, el rendimiento en carretera del EQB está por debajo de un GLB gasolina o diésel. Con las baterías a tope recorrimos 247 kilómetros y paramos a recargar cuando en la instrumentación ponía que restaban 59 kilómetros de autonomía. Es decir, que a 120 km/h podríamos haber recorrido un máximo de 306 kilómetros, una autonomía por debajo de los 417 que anuncia la marca o los 394 que marcaba el ordenador de a bordo antes de iniciar la marcha.

¿Tiene sentido un GLB si rodamos principalmente por ciudad?

Pese a ser donde mejor rendimiento ofrece el EQB por su condición eléctrica, tampoco tiene mucho sentido comprártelo si te vas a mover principalmente por ciudad, a no ser que seas una familia numerosa y tengas que mover cada día a muchos niños para ir a cole, a los suegros, el perro, hacer grandes compras, etc. Para moverte por la urbe es más lógico utilizar modelos más pequeños como puede ser dentro de la propia oferta de Mercedes el eléctrico EQA o incluso el Clase A híbrido enchufable, que con sus 60 kilómetros de autonomía eléctrica tiene más que de sobra para los quehaceres diarios en ciudad.

Eso sí, más allá de su gran tamaño, el EQB es un coche cómodo de conducir por ciudad por su altura y visibilidad, además de por los muchísimos sistemas de ayuda a la conducción que ofrece, destacando los de ayuda al aparcamiento y las cámaras perimetrales. Si tiene pericia al volante y estás acostumbrado a llevar coches grandes, el EQB será un gran aliado en la ciudad ya que es donde más optimiza su motorización eléctrica, con una amplísima autonomía de uso.

¿Cuándo recomendaríamos la compra del Mercedes EQB?

Realmente tiene sentido la compra de un gran SUV eléctrico como el EQB es cuando se vive o trabaja fuera de la ciudad y se recorren habitualmente distancias interurbanas de 150 ó 200 kilómetros. Con los aproximadamente 400 que anuncia el EQB tenemos más que de sobra para completar esta distancia diariamente sin agobios, y además tenemos un coche que nos aporta un confort en carretera extraordinario.

Si tenemos un cargador en casa o en trabajo estaremos ahorrando mucho dinero en combustible respecto a un modelo con motor de combustión de similares características. Además podremos entrar en las ciudades pese a los protocolos anticontaminación, utilizaremos libremente los carriles BUS/VAO, podremos entrar en las zonas restringidas del centro de las ciudades, y además aparcaremos gratis sin límite de tiempo en zonas verdes y azules en la mayoría de municipios.

Es decir, que el EQB es perfecto para familias numerosas, que necesiten mucho espacio de carga o hasta 7 plazas en el interior del coche; que suelan recorrer habitualmente distancias interurbanas pero por ello no quieran renunciar a todas las ventajas que ofrece un eléctrico; y que quieran un coche con toda la calidad, tecnología, conforty fiabilidad que ofrece siempre Mercedes en sus vehículos.