El Nissan Qashqaimarcó un antes y un después en el sector del automóvil. Se le puede considerar el primer SUV, generalista, que llegó a nuestro mercado allá por 2007 y lo lideró durante años, con más de 3 millones de unidades vendidas en España. Lamentablemente, los nipones aguantaron el tipo y las constantes novedades de las firmas europeas, y coreanas, lo desbancaron para no volver al podio… ¿Hasta ahora? La tercera generación de este todocamino lo tiene mucho más complicado, el cliente se encuentra ante una oferta nunca vista, excepto por un as que se han sacado de la manga: la variante Qashqai e-Power de propulsión eléctricaQashqai e-Power.

Si nos quedáramos con ese titular pensaréis que estamos ante el primer Qashqai cero emisiones, pero no. ¿Confundidos? Es normal. Este todocamino es, cuanto menos, peculiar. La tecnología e-Power de Nissan formará parte de la transición a la electrificación, teniendo en cuenta aquellos usuarios que no pueden conectar su coche a un punto de carga. Me explico, este Qashqai e-Power se propulsa gracias a un motor eléctrico de 190 CV (140 kW) pero la energía, que se vincula a través de la batería de 1,5 kWh de capacidad últil, se renueva constantemente gracias a un motor gasolina de 1.5 litros y 156 CV.

¿Qué es este Qashqai?

Esta configuración lo identifica como híbrido, de modo que tendremos el distintivo ECO en el parabrisas. Eso supondrá algunas ventajas de movilidad, pero seguiremos pasando por el surtidor de gasolina, un proceso que maltrata nuestro bolsillo de forma considerable estos días. Sin embargo, esta curiosa tecnología nos evitará sufrir las complicaciones de la movilidad eléctrica, derivadas principalmente del instante de carga, aprovechando los beneficios de una conducción silenciosa, reactiva y mucho más eficiente.

Vamos a tratar de explicar el porqué del desarrollo, e inversión, por parte de Nissan en una tecnología que ellos mismos catalogan como transitoria. El objetivo de la firma es dejar de vender coches de combustión en 2030, de modo que: ¿qué sentido tiene un híbrido propulsado por motor eléctrico pero que consume gasolina? La respuesta es lógica y reside en facilitar la vida a los usuarios que se sienten atraídos por la evolución de la propulsión cero emisiones, pero no pueden dar el salto definitivo.

Para ellos han inventado un Nissan Qashqai e-Power que se mueve gracias a un motor eléctrico de 190 CV. En la ecuación encontramos un motor gasolina turboalimentado de tres cilindros y 1.5 litros que genera 156 CV de potencia, un generador de energía, un inversor y, lógicamente, una batería. Este sistema saca la tracción del motor eléctrico, por lo que tenemos la típica respuesta lineal y reactiva de un bloque cero emisiones con 300 Nm de par máximo. Empuje que le lleva a firmar una aceleración de 7,9 segundos frente a los 10,2 y 9,2 de las variantes Mild Hybrid de la gama.

El motor de combustión, que se encarga producir electricidad y recargar la batería de solo 1,5 kWh de capacidad útil, lo hace de manera eficiente gracias a la compresión variable. Esta evolución, desarrollada únicamente para esta versión e-Power y extraída de la experiencia de Infinity, permite ajustar la compresión con la ventaja de no ser el encargado de la tracción. Por ejemplo, en un escenario de poca exigencia de presión y con un buen estado de batería, la relación de compresión se mantendrá alta para reducir los consumos y emisiones. Además, la conexión entre el motor de combustión y el eléctrico es indetectable.

¿Por qué existe el e-Power?

En cuanto conoces la tecnología, la pregunta es obvia: ¿Por qué lanzar un coche de estas características? Sigue emitiendo gases a la atmósfera, aunque menos, y sus sensaciones al volante son como las de un eléctrico. Los motivos de compra de un modelo así residirán, en principio, en esa etiqueta ECO de la DGT que nos permitirá viajar y entrar en las ciudades sin problema pero, ¿Es solo eso? No, y lo hemos podido comprobar en una breve toma de contacto en Estocolmo.

El Nissan Qashqai e-Power estará disponible en Europa con una función muy clara: reducir las emisiones como firma y volver a conectar con el cliente del viejo continente. Con unos datos homologados de 120 gramos de CO2, el 75% de la gama del Qashqai se sitúa en la banda exenta de pagar Impuesto de Matriculación en España. Un argumento de venta clave en nuestro país pero también frente a la normativa del viejo continente. Sin embargo, tras probar este Qashqai e-Power creo que los argumentos de compra van a residir en su conducción. Me explico.

El Qashqai va bien, el e-Power va todavía mejor

Excepto para unos pocos petroheads, la conducción eléctrica es agradable y excepcional. La ausencia de ruidos y vibraciones, la entrega lineal de la potencia, la suavidad de la dirección y el confort de las suspensiones es una evolución por la que todos firmamos en los trayectos diarios. Para ese entorno está pensado este Qashqai e-Power.

La reacción del pedal del acelerador es una gozada y su dinamismo ha mejorado gracias a la aplicación de esta tecnología, siendo su mejor baza frente a un posible comprador. Puedes hacer uso de funcionalidades como el e-Pedal, que te permitirá conducir con el pie derecho al actuar de manera contundente como frenada regenerativa cuando levantamos el acelerador. Eso sí, sin llegar a parar por completo el vehículo con el fin de mantener la atención en el conductor.

También puedes forzar la conducción eléctrica, como pasa en otros híbridos, pero únicamente durante una media de 2 a 3 kilómetros debido a la poca capacidad útil de la batería. Es la solución ante la llegada a casa o la circulación por los alrededores de un colegio u hospital, por ejemplo.

Además, y sabiendo que esa es la parte más importante de los trayectos diarios, el Nissan Qashqai e-Power tiene unos consumos de híbrido homologados en 5,3 l/100 km. Si bien es cierto que circular por Estocolmo, con la presión de unas multas impagables para españoles, hace que reduzcas drásticamente la velocidad, el gasto durante nuestra ruta interurbana con kilómetros en ciudad fue de 4,9 l/100 km. Os aseguro que no soy una persona que destaque por su conducción eficiente pero, incluso en tramos de carretera, el consumo no superó los 6 l/100 km de media.

¿Lo recomendaría?

Un detalle que lo situará entre los más buscados, incluso por encima de los modelos mild hybrid actuales. Hablamos de las versiones gasolina con de 140 y 158 CV que tienen el mismo distintivo pero firman consumos de entre 6,3 y 7 litros a los cien, en función del equipamiento elegido. A la pregunta de si recomendaría la versión e-Power, el precio es uno de los aspectos a tener en cuenta. En caso de poder afrontar el gasto, o hacerse con el plan de Flex 4D con 300 euros de mensualidad y una entrada de 5.545 euros, sí me decantaría por el Qashqai e-Power.

Una lista de acabados que, para la variante e-Power se conforma del siguiente modo. La primera variante disponible es la N-Connecta, con un precio de lanzamiento de 39.850 euros. Esta no incluye los grupos ópticos con tecnología LED matricial, que se conseguiría al adquirir el pack Tech de 1.200 euros y que también incluye el Head Up Display. Lo que sí llega, de serie, es la pantalla de instrumentación de 12,3 pulgadas, junto a la central de infoentretenimiento.

En el acabado Teckna, con un precio de partida de 42.450 euros, llegan de serie ambos elementos, además de disponer de la tecnología ProPILOT con la conducción semiautónoma garantizada por el trabajo conjunto del control de crucero adaptativo y el sistema de mantenimiento de carril. En este caso, actuaría sobre el volante para dejar el Qashqai centrado e incluso puede realizar las curvas y tener en cuenta los cambios de velocidad gracias al reconocimiento de señales de tráfico.