En España se realizan cada día unas 11.000 asistencias en carretera, es decir, unos cuatro millones al año. Según los datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Empresas de Auxilio en Carretera (ANEAC-FENEAC), estos rescates han costado la vida a 60 operarios de grúa desde 2015, tres de ellos en los pocos meses que llevamos de 2021. No obstante, el riesgo de atropello en carretera no es sólo para los gruistas que atienden la emergencia, sino también para las personas cuyo vehículo se ha averiado o accidentado en la vía. De hecho, entre 2019 y 2020, un total de 28 personas murieron arrolladas tras bajarse de sus vehículos: 21 personas en autopistas y autovías y 7 personas en vías interurbanas.

A partir del 1 de julio de 2021 entra en vigor el nuevo Reglamento que va a regular las operaciones de auxilio en carretera en vías públicas. Este Real Decreto tiene como objetivo garantizar la seguridad de los trabajadores de grúas y de quienes necesitan la asistencia en carretera. Cabe destacar que, por primera vez, se reconoce de forma específica al sector y la labor del técnico de auxilio en vías públicas, ya que hasta el momento se encuadraba en el transporte de mercancías.

El nuevo Reglamento establece un protocolo de seguridad para los rescates e incluye distintas novedades. En primer lugar, la nueva normativa obliga a comunicar de forma telemática la ubicación del vehículo averiado o accidentado a la plataforma DGT 3.0. Dicha información se difundirá para advertir de que una operación de rescate está llevándose a cabo en un determinado punto de la carretera y se avisará a la grúa que esté más cerca. Para Jorge Ordás, subdirector general de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la Dirección General de Tráfico (DGT), esta nueva norma supone "un cambio esencial para proteger la actividad del auxilio".

En segundo lugar, el nuevo Reglamento crea un Registro Estatal de Auxilio en Vías Públicas (REAV), que dependerá de la DGT y en el que únicamente las grúas inscritas podrán retirar y/o trasladar los vehículos averiados o accidentados. Cada uno de los operadores tendrá un número de registro propio y un código provincial, en función de su domicilio. Esta medida supone un gran avance para el sector, puesto que eliminará la economía sumergida, entre otras cosas.

En tercer lugar, con tal de garantizar su visibilidad y seguridad, todos los vehículos de auxilio en carretera estarán obligados a llevar tres señales: V-2, V-23 y V-24. La señal V-2 es luminosa y va acompañada por unas placas retrorreflectantes con franjas rojas y blancas; la señal V-23 es reflectante y marca todo el contorno del vehículo para hacerlo visible en condiciones de baja luminosidad; y la señal V-24 señaliza que el vehículo es de auxilio e incorpora más información (número de REAV, código provincial...).

Por último, se aprueba el uso de la luz de emergencia V16luz de emergencia V16, un dispositivo luminoso que se coloca encima del vehículo sin tener que salir a la calzada y que tendrán que llevar obligatoriamente todos los vehículos a partir del 1 de enero de 2026, sustituyendo a los populares triángulos de emergenciatriángulos de emergencia.