Arreglar las abolladuras del coche es más fácil de lo que parece. Seguro que en más de una ocasión has acudido al taller para eliminar pequeños bollos en el parachoques, la zona del vehículo que más sufre, o en la chapa. No obstante, con los trucos que te contamos a continuación no te hará falta pasar más por este trámite y te permitirá ahorrarte un dinero.

AGUA HIRVIENDO

Es muy sencillo reparar abolladuras con agua hirviendo. Solo tienes que verter el agua en la zona afectada y ejercer presión por la parte posterior –si es posible acceder a ella- y en dirección contraria al bollo hasta lograr que vuelva a su sitio original.

En caso de no ser posible ejercer la presión desde la zona posterior, lo que hay que hacer es usar una ventosa o un desatascador convencional y tirar hacia fuera afuera. También se puede echar agua fría justo después de la caliente para que el cambio de temperatura contraiga la chapa y facilite su reparación.

EL TRUCO DEL HIELO SECO

Tan simple como poner un trozo de hielo seco en el centro de la abolladura. La diferencia de temperatura hará que el golpe se acabe contrayendo y regrese a su forma original. También se puede usar una ventosa o un desatascador para facilitar que salte haca afuera.

CON UN SECADOR DEL PELO

Apuntamos con el secador en modo caliente hacia el golpe. Cuando la chapa se caliente aplicamos aire frío con el mismo secador o con una manguera de aire comprimido. Con el cambio brusco de temperatura la chapa recuperará su forma.

PEGAMENTO TERMOFUSIBLE

Atravesamos unos tacos de madera con un clavo. Ponemos pegamento termofusible en uno de los extremos de los tacos y los colocamos donde está el bollo. Cuando el pegamento se enfríe tiramos del taco mediante el clavo, hasta que la chapa vuelva a su sitio.  Para quitar los tacos basta con girarlos hasta que se despeguen. Con alcohol podemos eliminar las marcas de pegamento en la chapa.

LA ASPIRADORA Y EL CUBO

Para aplicar este truco necesitamos una aspiradora potente. En un cubo de plástico hacemos un agujero del diámetro del tubo del aspirador e introducimos el mismo. Sellamos con cinta aislante o adhesiva el tubo al cubo. A continuación hay que pegar el cubo a la zona del golpe y lo volvemos a sellar. Encendemos la aspiradora para que absorba el bollo.