El ya inolvidable 2020, camino de consumir su primera mitad, no ha sido bueno para las alrededor de 10.000 familias que, en Castellón, viven directamente del campo y la mar. El año ya no comenzó demasiado bien para estos dos sectores con tanto peso en la provincia, pero la pandemia por el coronavirus lo ha agravado.

La agricultura ha vivido unos primeros meses con sensaciones encontradas. Tanto Carles Peris (secretario general de La Unió de Llauradors i Ramaders) como José Vicente Guinot (presidente de Fepac-Asaja Castellón) constatan el buen comportamiento de la naranja, con un aumento de los precios en origen y de la demanda, al ser uno de los productos más buscados durante el confinamiento por su alto poder vitamínico. Sin embargo, el comportamiento de, por ejemplo, la almendra o el aceite, con la singularidad de la producción en zonas más desfavorecidas (terrenos de secano en interior, en áreas muy despobladas), no ha sido tan satisfactorio. Las dos asociaciones están a la espera de la evolución de la campaña de frutas y hortalizas de verano.

En cualquier caso, el campo de Castellón se enfrenta al agravio comparativo respecto a otras zonas de producción del país con la aplicación de la Política Agrícola Común (PAC) pero, sobre todo, a la presión de países de terceros, que no están sujetos a las restrictivas políticas de la Unión Europea. El envejecimiento y la amenaza de la despoblación también juegan en contra de las explotaciones de la provincia, sin olvidar el cambio climático y una meteorología muy particular.

Algunos de los factores condicionantes del presente y el futuro de la agricultura también son compartidos por el sector pesquero. Isabel Ferrer, de la cofradía de Benicarló, relata la elevada edad de los patrones de barcos de la localidad, lo cual pone en riesgo de subsistencia de la flota. La aplicación de la cuota de capturas por parte de Bruselas, junto a una contención en los precios en las lonjas y a la entrada de pescado autóctono de caladeros de otras latitudes, ha motivado una caída de la facturación que, en algunos casos, rondan el 40%.

Asociex insiste en que «Sudáfrica influye muchísimo»

Jorge García, presidente de la Asociación Profesional de Exportadores de Fruta de la Provincia de Castellón (Asociex), cree que es pronto para considerar que la próxima campaña citrícola vaya a ser tan positiva como la última. «Tenemos las pilas puestas desde hace tiempo --dice, en alusión a las palabras del ministro de Agricultura, Luis Planas--, pero Sudáfrica influye muchísimo: no es lo mismo que acudamos a un mercado vacío que a otro saturado». Este país puede ser capaz de alargar su campaña, que arranca en mayo, hasta diciembre.