La valldeuxense Raquel Torrente Sánchez (18 de enero del 1976, la Vall d’Uixó) se ha ganado el tercer puesto en la segunda Liga de Carreras por Montaña del Alto Palancia, tras una Amparo Escrich que ha repetido victoria y Laura Núñez, de Catarroja.

—¿Cómo empezó a correr?

—Empecé hace unos cinco años, a raíz de la primera edición de la Woman Trail de la Vall d’Uixó, una carrera de montaña solo para mujeres. Varias compañeras de trabajo nos animamos a entrenar para correr esta prueba y a partir de ahí me he enganchado.

—¿Qué le parecen este tipo de pruebas, orientadas a mujeres?

—Están muy bien y sirven para motivar a las chicas a correr, en este caso carreras de montaña, ya que normalmente participan muchos más hombres que mujeres. Hasta cierto punto es como entrenar por montaña, pero con más gente, y da pie a descubrir cosas nuevas. Son iniciativas que están muy bien en una época como esta, en la que lamentablemente no puedes salir a correr sola por la montaña.

—¿Qué le aporta la montaña?

—Me pierde esa sensación de libertad, los paisajes y las sensaciones que descubres. Podría salir a correr todos los días por montaña y no me cansaría nunca.

—¿Qué ha supuesto el tercer puesto en la Liga Alto Palancia?

—Estoy muy contenta, la verdad es que salgo a correr solo para disfrutar, pero un podio siempre hace que lo disfrutes más.

—¿Con qué expectativas inició el circuito de montaña?

—Lo cierto es que ha sido el primer circuito de carreras que he hecho. Lo empecé con una compañera, Bea Jiménez, y nos animamos las dos a hacerlo aunque eran carreras muy largas, yo no estaba acostumbrada a rodar tanto. Luego la lástima fue que ella, que también iba bien situada en la clasificación, se lesionó en Pavías y no pudo acabar la Liga.

—¿Cuándo vio que tenía posibilidades de hacer podio?

—No me lo esperaba, pero en la tercera carrera ya nos pasaron clasificaciones del circuito y vimos que yo iba quinta.

—¿Con qué carrera se queda?

—Con la primera, en Bejís. La hice muy a gusto, una carrera muy bonita, y quedé tercera, así que fue un buen inicio para la Liga.

—¿Y en cuál lo pasó peor?

—En Pavías, fue desde luego la más dura, con 24 km y 1.300 metros de desnivel. Ya iba mentalizada de que iba a sufrir, y la verdad es que me costó muchísimo.

—¿Qué valoración hace de esta edición de la Liga Alto Palancia?

—Las carreras han sido todas chulísimas, con paisajes muy bonitos. Este tipo de pruebas te ayudan a descubrir lugares preciosos que tenemos a dos pasos de casa y a menudo desconocemos porque no tenemos costumbre de correr por allí. Estas iniciativas también ayudan mucho al turismo de los pueblos de la zona.

—¿Tiene previsto repetir? ¿Luchará por el primer puesto?

—Sí, repetiré, y más ahora que conozco estas carreras, pero no tengo la intención de buscar el primer puesto de la clasificación, por ahora me quedo con el buen sabor de boca de este año y luego ya se verá. Si me encuentro el podio, genial, pero corro para disfrutar, no voy a competir porque no quiero meterme esa presión. La cuestión es llegar bien a meta y disfrutar, aunque a menudo cuando te lo pasas bien, es cuando más rindes. Además, en la Liga, mientras esté Amparo (Escrich), no hay nada que hacer.

—¿Qué otros objetivos tiene?

—Este año queremos hacer la Castro d’Alfondeguilla y también correr otra vez la Pipa, aquí en la Vall d’Uixó. No solemos planificar demasiado, hacemos un par de carreras de montaña al mes, normalmente las que tenemos cerca y nos vienen bien por sus distancias y sus desniveles.

—¿Cómo suele entrenar?

—Suelo entrenar con un grupo de amigos. Las tiradas más largas por montaña las dejamos para el fin de semana y entre semana salgo un par de veces a correr por asfalto unos 10 kilómetros, el tiempo tampoco da para más.