La definición literal de relativizar es ‘conceder a algo un valor o importancia menor’. En deporte, entiendo que más que conceder una importancia menor, es conceder a un acontecimiento la importancia justa y necesaria que realmente tiene, siempre en términos objetivos.

En deporte se tiende siempre a la dicotomía (blanco o negro, bien o mal, éxito o fracaso…) es decir, se suele o bien sobredimensionar un acontecimiento o ser muy catastrofistas con otros.

La primacía en el deporte no son los resultados. El resultado es el fin de un largo proceso. Y es justo en los resultados, donde relativizar es de vital importancia para nuestra salud mental.

Hay un caso muy claro que plasma a la perfección como solemos irnos a los extremos en función de los resultados: Usain Bolt.

Es un tipo simpático, desenfadado, bromista, se divierte en la pista, payasete en el buen sentido de la palabra. Es el mejor velocista de la historia, y siempre su comportamiento desenfadado ha sido el mismo.

Pero las personas solemos ser injustas al intentar obtener explicaciones a los malos resultados, cuando los resultados de Bolt no son los esperados.

Cuando gana es el mejor del mundo (aunque previamente tanto en cámara de llamadas como en el propio tartán esté bromeando o incluso bailando), pero cuando fue descalificado en la final de los 100 metros lisos del mundial de Daegu 2011 por salida nula (previamente también bromeaba y bailaba), su nulo fue asociado a su poca seriedad y su falta de concentración.

Relativizar es entender que Bolt salió en falso, acontecimiento totalmente normal y frecuente en pruebas de velocidad, donde el tiempo de reacción en la salida es fundamental. No tiene más importancia, ni vueltas que dar, pues los nulos son acontecimientos probables.

A continuación, damos las claves para relativizar el deporte:

1.Piensa en frío

Tras un entrenamiento o prueba deportiva donde el resultado no ha sido el esperado, primero reponte del esfuerzo físico, pues debido al cansancio, tus pulsaciones están disparadas, no estás correctamente hidratado, las piernas pesan… por lo que no es el momento oportuno de enjuiciarnos.

2.Actúa como espejo

Si tu resultado, le hubiese pasado a un compañero o compañera tuyo ¿Qué le dirías al respecto? ¿Cómo analizarías su resultado?... Probablemente de esta forma podrás juzgarte con un criterio más justo.

3.No seas catastrofista

No se acaba el mundo, no hay que abandonar el deporte por un mal resultado, no es motivo de desilusión en lo que haces, no es lo peor del mundo lo que te ha sucedido.

4.Sé racional

Analiza en su debido momento que ha podido pasar, teniendo en cuenta los múltiples factores que pueden intervenir; cansancio, semana de carga en entrenamiento, cambios hormonales en mujeres, temperaturas extremas… o simplemente que no ha sido el día. El cuerpo no es una máquina y no siempre puede responder.

Lo bonito del deporte y de la competición, es la variabilidad de los resultados, y el afán de seguir mejorando, que no deja de ser realmente un proceso de aprendizaje.

*Psicóloga Deportiva

twitter: @mvallsbarbera