Ningún mar en calma hizo experto a un marinero». Esta frase refleja correctamente lo que es el aprendizaje. En deporte, si todo fuesen facilidades, metas sencillas, objetivos cumplidos a la primera...el deportista no aprendería nada.

El ser humano necesita de un proceso de aprendizaje que generalmente viene precedido por ensayo-error, decisiones incorrectas, experiencias no tan buenas, algún que otro disgusto, decepciones, fracasos...para así poder realmente ser experto en la vida y en deporte.

Proceso continuo

Pese a ello, jamás llegaremos a ser totalmente genios en ninguna materia, puesto que lo bonito y apasionante de aprender y perfeccionar en cualquier materia es el aprendizaje continuo.

Zona de confort

Se habla mucho de la zona de confort, y esta tiene muchísima relación con el aprendizaje. El ser humano por naturaleza se suele mover en terrenos conocidos, que domina, en los que siente cómodo y protegido y en los que es difícil fallar. Pero un deportista para seguir avanzando y creciendo, necesita salir de su zona de confort y afrontar nuevos retos, sortear nuevos obstáculos y mirar hacia nuevos horizontes.

Salir de la zona de confort no es sencillo, pues te expones a lo desconocido y a la incertidumbre. Sin embargo, romper la barrera del miedo y salir en busca de nuevos caminos te hace crecer como persona y madurar como deportista. Experimentando, atreviéndose con nuevos objetivos, dejando atrás lo conocido y dominado para salir en busca de aquello a lo que nunca nos hemos enfrentado, es lo que realmente hará que el runner se apasione con lo hace y pueda disfrutar del deporte.

Cualquier tarea que implique un aprendizaje constante y te obligue a salir de tu zona de confort es la tarea que más te gradará, que más pleno te hará sentir.

Salir de la zona de confort no implica un salto al vacío, sino que se puede optar por ir dando pasos pequeños, hacia nuevos horizontes.

Salir de lo cómodo

Por ello considero tan apropiada la frase del marinero, si siempre nos movemos en terrenos tranquilos, calmados, que dominamos a la perfección, en los que estamos tan seguros que casi no tenemos que prestar atención a la tarea, jamás seremos expertos en nada.

¿Qué hacer para salir de la zona de confort? Revisa aquellas situaciones en las que te sientas 100% cómodo, y planteate medirte en otras situaciones menos seguras progresivamente. El resultado será un nuevo aprendizaje.

*Psicóloga Deportiva

twitter: @mvallsbarbera