Hasta no hace mucho tiempo, las mujeres no podían participar en pruebas deportivas. En la actualidad, en cambio, es inconcebible un atletismo sin mujeres; de hecho el único oro olímpico en el atletismo español femenino se consiguió en los pasados JJOO de Rio de Janeiro de manos de la saltadora de altura Ruth Beitia.

Cada vez son más las mujeres que participan en deporte y concretamente en el atletismo popular. La incursión de la mujer en el deporte supone, pues, un gran éxito tanto social como deportivo, pero pese a ello las mujeres siguen teniendo más inconvenientes para conciliar vida familiar, laboral y deportiva.

Los principales retos para la mujer en el deporte son los siguientes:

1.Conciliación laboral

Las mujeres tienen que hacer un gran esfuerzo para poder compaginar trabajo y deporte, especialmente aquellas que trabajan hasta altas horas de la noche, a turnos o que tienen desempeños que físicamente son pesados, puesto que se hace muy complicado calzarse las zapatillas antes o después de un duro día de trabajo. El reto aquí es que ninguna mujer abandone por esta causa, ya que aunque soy muy consciente de lo difícil que es compaginar ambas cosas, el deporte ayuda muchísimo a encontrarnos físicamente mejor. Practicar deporte hace que tengamos gamos de nutrirnos correctamente y adquirir hábitos más saludables, por lo que encontraremos en nuestros trabajos diarios innumerables ventajas que nos ayudarán a sobrellevar mejor los pesados turnos u horarios laborales.

2.Conciliación académica

Cuando la mujer estudia, está sometida a un fuerte estrés. Realizar trabajos, acudir a clases, preparar exámenes… Parece imposible encontrar un momento para ponernos la ropa deportiva y salir al aire libre a desconectar. Sin embargo, está científicamente demostrado que a nivel cerebral el deporte ayuda mucho al estudio y permite una mejor y correcta retención de la información. Una hora de deporte durante 3 ó 4 días a la semana no perjudica al estudio, al contrario, lo beneficia. No es necesario realizar esfuerzos extenuantes, sino ir poco a poco adquiriendo la forma física, trabajando primero el corazón y luego ya la musculatura o los ritmos de carrera.

3.Embarazo y deporte

No es incompatible ser madre y realizar ejercicio. Muchas mujeres deportistas pueden seguir entrenando durante el embarazo, siempre bajo prescripción y consejo médico. En la recta final del embarazo y para el nacimiento del bebe, estar físicamente entrenadas es una ventaja fundamental. Además, seguir practicando deporte una vez se ha sido madre, ayuda a recuperar la figura, a liberarse del estrés que genera de forma natural convertirse en madre y a sobrellevar de forma más vital la lactancia y los horarios del bebe.

Es positivo que el entorno familiar, ayude y colabore con la madre deportista para que así pueda dedicar un momento al día a la actividad física para su relax y desconexión. Muchas atletas profesionales son madres y esto no hace que baje su rendimiento o su actividad física.

En el atletismo español hay muchísimas atletas profesionales que son mamás, y un buen ejemplo de ello es Nuria Fernández, madre de tres niñas que el pasado febrero participó en el Campeonato de Europa de Pista Cubierta en los 3.000ml.

En el ámbito local y provincial encontramos ejemplos de madres deportistas que concilian vida deportiva, laboral y familiar, por ejemplo las incombustiblesLola Peñarrocha o Sheila Simao, que además de mamás y deportistas, continúan cosechando grandes éxitos deportivos.

*Psicóloga Deportiva

twitter: @mvallsbarbera