Quin tuvo, retuvo. Ramón Recatalá (3 de octubre de 1980, la Vilavella), quien fuera primer ganador de la Penyagolosa Trails CSP en el 2012, ha dejado atrás un paréntesis deportivo de cinco años y ha vuelto con todas las de la ley, como deja patente su tercer puesto en la última CSP, donde tras completar los 110 km en 12.20 horas solo fue superado por el ganador de esta edición, Ernest Ausiró, y el campeón del Mundo, Crístofer Clemente.

—¿Cómo afrontó su regreso a la CSP tras varios años retirado?

—La verdad es que ya quería correrla el pasado año, pero volví a entrenar en noviembre de 2017 después de cinco años de parón y en siete meses no da tiempo a preparar una carrera así. Además, tuve mala suerte porque en diciembre de ese año tuve una pubalgia y estuve tres meses parado, así que solo dispuse de un par de meses para preparar la MiM, y gracias a que la retrasaron un mes por el Mundial.

—¿Con qué expectativas afrontó la edición de este año?

—Esta vez había diez o doce corredores de un gran nivel, así que en realidad solo buscaba hacer una buena carrera, y aunque el podio está muy bien, supongo que me hubiera conformado con ser octavo o noveno. Al final es una satisfacción personal porque ves que el trabajo previo da su rendimiento, la gente te felicita, y además, al ser de la tierra, te animan mucho más durante la carrera.

—¿Cómo preparó la prueba?

—Con tiradas largas y participando en algunas carreras de 50 km y maratones como el de la Calderona. Así vas acumulando km, y aunque compites, todo está orientado a preparar la CSP.

—¿Cómo discurrió la carrera?

—Intenté regularme todo lo que pude al final, tal vez en el tramo central fui demasiado rápido, pero la idea era aguantar todo al mismo ritmo. Fue una carrera bonita, con un grupo de siete u ocho corredores delante. Hasta les Useres se fue descolgando gente, otros nos cogían, y desde Culla acusé el cansancio. Tuve la suerte de ser tercero, aunque también pude ser cuarto o segundo. En el km 90, por Vistabella, aún íbamos pegados los tres primeros, con poca distancia entre nosotros, pero en 20 km pueden pasar muchas cosas y esta vez ellos fueron a más y yo a menos, aunque pudo ser al revés, al final todo se decide por detalles.

—¿Qué le parecen los cambios en el trazado?

—Las modificaciones que se realizaron el pasado año por el Mundial creo que han sido para bien, la MiM siempre ha sido corredora, e incluso la CSP, pero ahora son más duras y con repechos. Si antes ya era una carrera bonita, ahora aún tiene mas alicientes para la gente a la que nos gusta un trazado más técnico.

—¿Y cómo vivió el ambiente?

—Los que hacemos la CSP lo vivimos de otro modo, porque pasamos seis horas de noche y, claro, no es lo mismo. En Borriol aún está lleno de gente a la una de la madrugada, pero en les Useres, que en la MiM es apoteósico, a las 3.00 de la mañana no hay nadie. Cuando se hace de día, en Vistabella ya hay ambiente, y sobre todo en Xodos, el último avituallamiento, donde nos cruzamos la MiM y la CSP, es espectacular.

—¿Qué objetivos tiene ahora?

—Me gustaría hacer bien la Volta al Terme d’Alfondeguilla, y a finales de julio el Campeonato de España de Ultra en Somiedo (Asturias), eso siempre motiva más.

—¿Cómo fueron esos cinco años apartado de las carreras?

—No lo eché de menos porque cambié esa ilusión por otra, la de construir mi casa. Además, llevaba cinco años a un nivel alto, compitiendo mucho, así que mentalmente estaba cansado.

—¿Cómo ha visto la Penyagolosa Trails a su regreso?

—La junta directiva y la Diputación han hecho mucho por la carrera, y por eso cada vez vienen más corredores de gran nivel.

—¿A qué cree que se debe la popularidad de este deporte?

—La gente lo ha ido descubriendo y te da la oportunidad de competir con la élite, todos en la misma salida. En fútbol no puedes jugar contra el FC Barcelona.