El diagnóstico de esguince de tobillo se basa en la exploración física. En la inspección se observa la tumefacción o hematoma perimaleolar, el pie se coloca en equino-varo. En la palpación se exploran los relieves óseos: maléolo tibial, maléolo peroneal, astrágalo y 5º metatarsiano; luego se exploranlos ligamentos en todo su trayecto. A continuación, se explora la estabilidad del tobillo en varo y valgo forzado y se compara con el contralateral. También se explora el cajón anterior o maniobra de Castaing.

Hay que tener en cuenta la laxitud del lesionado, por eso es importante comparar con el otro tobillo. El bostezo articular depende de la fuerza aplicada por el explorador y por la resistencia del lesionado.

El diagnóstico se completa con radiografías que descartan lesiones óseas.En ocasiones se apoya con un dinamómetro articulado forzando en valgo, varo y cajón anterior. Según el ángulo de divergencia tibio-astragalina o la distancia tibio-astragalina en RX lateral se clasifican los esguinces en tres grados: grado 1 o elongación del ligamento; grado 2 o rotura incompleta con un bostezo inferior a 15º o un cajón anterior inferior a 1 cm.; y el grado 3 o rotura completa al menos del ligamento peroneo-astragalino anterior y peroneo-calcáneo y con un bostezo superior a 15º o cajón anterior superior a 1 cm.

Si se dispone de ecógrafo y la experiencia suficiente para valorar los fascículos de los ligamentos, se confirma la sospecha diagnóstica. Ante una lesión osteocondral de astrágalo o una rotura completa de ligamentos antes de la cirugía se realiza una resonancia magnética. El tratamiento debe ser adecuado tras una exploración clínica, funcional y ecográfica que estratifique la lesión.

En el esguince de primer grado se interrumpe la actividad física, con reposo, elevación del pie, crioterapia (hielo 10 minutos 3-4 veces al día). Yo recomiendo antiinflamatorios orales durante 3-4 días y vendaje funcional. Pasados los primeros días se inicia la deambulación y, si el dolor lo permite, ejercicios propioceptivos. Luego se completa con ejercicios de potenciación de la flexo-extensión y tendones peroneos.

En los esguinces más graves la inmovilización es más rigurosa; en los casos de rotura parcial se inmoviliza en posición neutra o ligera extensión y valgo de tobillo para lesiones del ligamento externo durante tres semanas; posteriormente, se protege con un taping y se inicia la recuperación funcional y progresivamente, en 6-8 semanas, la reincorporación deportiva.

La rotura completa del ligamento en deportistas jóvenes o muy activos se trata con cirugía mediante sutura y reconstrucción de las estructuras lesionadas para una cicatrización eficiente. El mejor tratamiento es la prevención, que consiste en mantener la capacidad propioceptiva y potenciar la musculatura tibial, extensora y peroneal. Se completa con vendajes funcionales y calzado adecuado con adherencia suficiente pero no excesiva y con un reparto simétrico de los clavos o relieves. Si se necesita, tras el estudio biomecánico, se usan plantillas.

*Especialista en medicina

del deporte