Buenos días, soy un corredor aficionado desde hace 8 años, corro 50 km/semana durante 4-5 días. Tengo 48 años y me gusta participar en carreras de 10-15 km y corro 2-3 medios maratones al año. En una consulta al médico de familia por un dolor en la espalda me toma la tensión arterial y encuentra unas cifras altas, TA 178/94 mm Hg. Mi pregunta es ¿qué tengo que hacer con el deporte?».

El diagnóstico de hipertensión arterial, según las sociedades de Hipertensión y Cardiología, corresponde a HTA ligera o grado 1, sistólica 140-159 y diastólica 90-99; hipertensión moderada o grado 2, sistólica 160-179 y diastólica 100-109; hipertensión grave o grado 3, sistólica superior a 180 y diastólica superior a 110; hipertensión sistólica aislada, sistólica superior a 140 y diastólica inferior a 90.

La hipertensión arterial, en la población adulta, es el factor de riesgo cardiovascular más prevalente. Es una de las primeras causas de mortalidad y la primera causa de discapacidad en los países desarrollados.

Muchos de los factores implicados en la patogénesis de la hipertensión arterial son susceptibles de una acción preventiva. Es importante el abordaje de todos los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes hipertensos.

La hipertensión arterial esencial es el 95% siendo su causa la conjunción de una serie de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y psicosociales; algunos de los cuales son susceptibles de realizar alguna intervención.

El médico de familia debe implicar al paciente hipertenso en el control de la enfermedad. Realizará la historia clínica, el examen físico completo y unas pruebas complementarias (analítica, electrocardiograma, si es posible ecocardiograma, ecografía abdominal si se sospecha hipertensión vasculo-renal, eco Doppler de las arterias carótidas para valorar las placas de ateroma y el grosor íntima-media (GIM).

El objetivo de reducción de la cifra de presión arterial es inferior a 140/90 mmHg y en pacientes diabéticos la cifra debe ser inferior a 130/80 mmHg.

Las modificaciones del estilo de vida son básicas: la reducción de peso en caso de obesidad o sobrepeso, la dieta baja en sodio, el ejercicio físico frecuente que detallaremos en la próxima semana y el consumo moderado de alcohol.

El tratamiento de la hipertensión arterial debe ser individualizado; los fármacos son necesarios en ocasiones, sobre todo, en pacientes con elevado riesgo cardiovascular. Algunos pacientes diabéticos o con cardiopatias precisan dos o más fármacos hipotensores.

El seguimiento de la hipertensión es indefinido y precisa la coordinación del personal de enfermería y el personal médico.

*Especialista en medicina

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