Mediterráneo estrena una nueva sección en la que se pretende acercar, tanto a los corredores de trail como a todos aquellos que les guste pasar una jornada por la montaña, a conocer diferentes rincones de nuestra provincia donde poder entrenar y disfrutar de la naturaleza.

En esta primera entrega comenzaremos, como indica el propio título de la sección, por las montañas de la capital de la Plana, donde dos cotas sobresalen por encima del resto y, a su vez, son de las más transitadas por los runners: el Raca (458 metros) y la Roca Blanca (628 metros).

Nuestro recorrido empezará en uno de los habituales puntos de encuentro de los corredores castellonenses, el párking de la ermita de la Magdalena, desde donde nos iremos a buscar dos puntos característicos de esta zona: la Font de la Salut y el Mas de Chiva para de ahí comenzar a ascender la Roca Blanca.

UN PARAJE ENCANTADOR / Ese primer tramo se caracteriza por los contrastes que nos ofrece el matorral bajo donde destacan las típicas palmas con el pino mediterráneo y, sobre todo, el tono rojo de esa tierra que pisamos que da un color especial a este entorno.

A la vez que nos adentramos en terreno montañoso, comenzamos a subir por una de las sendas que tanto nos gustan a los trail runners y que es conocida como Contiendas.

Poco a poco vamos cambiando la pisada más cómoda de la tierra por las rocas de la zona, que antes de llegar a la cima hacen que tengamos que echar las manos al suelo para trepar ligeramente por dichas cuestas.

MIRANDO A LaS COLUMBRETES / Desde arriba las vistas son inmensas. A un lado podemos contemplar los pueblos de interior de la provincia y al fondo majestuoso pico Penyagolosa, al otro lado los pueblos de costa, Castellón y el mar Mediterráneo, donde en un día claro podremos ver el paraje de las islas Columbretes.

Comienza el descenso por un terreno bastante técnico antes de llegar a la pista que nos conduce al Raca, nuestro siguiente ascenso. En su cima encontraremos el mítico punto geodésico donde tantas fotos nos hemos hecho los corredores para demostrar que hemos llegado hasta allí, todo un clásico de los amantes del trail.

Terminaremos esta ruta pisteando en dirección a la urbanización La Coma, para desde ahí, tras bajar hasta la conocida como la senda del Polvorín, subir a la base del Raca por ese desgastado empedrado por tantas zapatillas que lo han pisado.

Una vez allí podremos hacer un descanso en esa característica mesa de piedra a la sombra que nos ofrece el algarrobo. Tras ese avituallamiento obligado, de ahí descendemos de nuevo hasta la ermita de la Magdalena, disfrutando de las vistas de nuestro mar. Otro de los atractivos de esta etapa es ese contraste de mar y montaña, para dar por finalizada nuestra ruta inaugural.