El nombre de Óscar González Salvador (8 de marzo del 1981, Vila-real) ya está asociado al Circuit de Carreres Populars de Vila-real, y es que este atleta lo ha ganado en las tres últimas ediciones.

—¿Qué le llevó a correr?

—De joven hice ciclismo, tanto en categoría juvenil como tres años como amateur, y ya entonces mi preparación física incluía correr a pie. Luego lo dejé y estuve un par de años haciendo duatlones, hasta que me centré en correr y dejé de competir en ciclismo, aunque me sigue encantando salir en bicicleta.

—¿Cómo empezó en las carreras?

—Al principio solía hacer pocas al año, la media y el maratón de Castellón, poco más. Pero luego me fui animando a competir más, sobre todo aquí en Vila-real.

—¿Cómo empieza su historia en el circuito de Vila-real?

—Me gusta correr aquí porque estoy en casa. El primer año no hice el circuito porque no solía participar en carreras, y cuando empecé a correr alguna prueba ya se habían celebrado varias, así que aunque gané tres seguidas me llevaban mucha ventaja y ese año no hubo nada que hacer. Luego he seguido haciendo el circuito y lo he ganado tres años seguidos.

—¿Cómo fue la última edición?

—Tuve que remontar posiciones porque me perdí alguna carrera y no se decidió nada hasta la última prueba, la San Silvestre.

—¿Qué cree que ha aportado este circuito local?

—Es una iniciativa que ha funcionado muy bien, incluso ha habido años con nueve o diez carreras, y conozco a mucha gente que apenas hacía deporte y con esto se ha enganchado. Ahora se han formado grupos de amigos que quedan para correr y prueban otras distancias o carreras de montaña. Ha sido un acierto.

—Y en su caso, ¿ha probado también con la montaña?

—He hecho alguna carrera, incluso la Penyagolosa Trails Marató i Mitja un par de veces, pero viviendo en Vila-real para entrenar en ese terreno tienes que coger el coche, desplazarte, y es más complicado. La verdad es que mis mejores resultados los tengo en asfalto, he bajado de 16 minutos en 5k, de 33 en 10k y tengo 1.13 horas en medio maratón.

—¿Cómo fueron sus experiencias en la Penyagolosa Trails MiM?

—La hice por primera vez en el 2013 y me salió en 6.45 horas, y eso que ni conocía el recorrido. Hace un par de años me fue peor, porque te apuntas con mucha antelación, te confías y luego se te echa el tiempo encima, no la preparas como toca, y aunque salí a un ritmo tranquilo, acabé sufriendo porque no estoy acostumbrado a ese terreno y distancia.

—¿Cómo ha sido su experiencia en el maratón?

—He hecho cuatro o cinco veces el de Castellón pero sigo sin acabarlo como me gustaría. Los primeros años me salieron bien, siempre iba de menos a más, pero hace un par de años, la última vez que lo hice, venía de mi récord en media maratón, la gente me animó y salí más fuerte, para bajar de 2.40 horas. Y sufrí a partir del km 30. Acabé con mi mejor marca en maratón, pero las sensaciones no fueron buenas.

—¿Busca este año su cuarta victoria en el circuito?

—Ya me he perdido un par de carreras, y además en la próxima, la de parejas del Celtic Submarí, haré de speaker, así que este año solo correré algunas que me encantan como la de la Purísima.

—¿Cómo surgió su nueva faceta de ‘speaker’?

—Me lo pidieron por primera vez en la Entreparets de Vilafranca, donde tengo muy buenos amigos, hace dos o tres años, y también me habían dado el micro alguna vez en una prueba ciclista. La verdad es que es algo que me gusta y ahora me están llamando bastante, como conozco a los que corren, que son mis rivales y amigos a la vez, se me da bien.

—¿Qué otros objetivos tiene?

—Primero quiero recuperarme bien de una lesión en el cuadriceps, por la que no podré correr la Pujada al Desert, en la que he sido segundo tres veces. Y en julio sí me gustaría hacer la carrera nocturna de Cruz Roja.