El burgalés Luis Alberto Hernando Alzaga (22 de septiembre del 1977, Burgos) se ha convertido en uno de los grandes especialistas en trail a nivel internacional. Doble campeón del mundo tras adjudicarse las dos últimas ediciones, defenderá el próximo 12 de mayo su corona en el Mundial de Penyagolosa Trails HG.

—¿Cómo empezó a correr?

—Hice atletismo de crío, de los 10 a los 22 años, y luego lo cambié por el esquí de fondo y el biatlón, hasta que a los 32 años lo dejé, me fui a los Pirineos y poco a poco me fui orientando al trail.

—¿Cómo fue ese proceso?

—Empecé con carreras cortas y medio maratones hasta que hice mi primer ultra, la Transvulcania 2013, en la que ganó Kilian Jornet y yo quedé segundo. Vi que me adaptaba bien a las largas distancias y me gustaban, así que me centré en ello.

—¿Cómo se hace un campeón del mundo de trail?

—En realidad no fue nada planificado. Venía de practicar biatlón de manera profesional, así que solo quería hacer deporte sin más. Empecé por pura afición y fui pasando a carreras cada vez más importantes, pero nunca pensé que me acabaría liando tanto.

—¿Cuáles han sido las claves para lograr los títulos mundiales?

—Creo que la progresión en mi preparación física desde joven, primero con entrenamientos ligeros y yendo a más poco a poco. Al final he podido aprovechar todas esas horas de entrenamiento, tal vez entrenando menos ahora para llegar más descansado a las carreras, pero tirando del trabajo acumulado durante años.

—El 12 de mayo defenderá el título mundial en Castellón. ¿Había corrido alguna vez aquí?

—Sí, en el 2010 corrí en la Vall d’Uixó y allí gané la general de la Copa de España, que fue mi primera victoria importante en carreras de montaña, algo con lo que no contaba, así que me hizo mucha ilusión. Recuerdo que fue una prueba de unos 25 kilómetros que acababa en las pistas de atletismo, y también que llegué a última hora porque el día antes había hecho una prueba del Campeonato de España de biatlón.

—¿Cómo valora el trazado del Mundial de Penyagolosa Trails?

—Es un circuito muy variado, y esa será la clave de la prueba, que combina tramos muy rápidos con otros muy técnicos, por lo que habrá que saber cambiar el chip, pasar de correr a menos de 4 minutos el km a luego subir y bajar, y mantener la cabeza fría para no pasarse de vueltas.

—¿Qué le sorprende de la prueba?

—La organización excepcional, el ambiente que ha habido otros años y la meta en el monasterio de Sant Joan. Todo eso te motiva mucho, ver vídeos de otras ediciones y saber que este año va a ser aún más espectacular.

—¿Con qué expectativas llegan usted y el equipo nacional?

—Venimos dispuestos a hacerlo lo mejor posible, intentar mantenernos en nuestros tiempos y disputar los primeros puestos. El trail es un deporte en el que cada vez hay más nivel y cada vez es más difícil estar delante. Igualar los tiempos de los últimos años ya iría bien. Hemos hecho una buena pretemporada y llegamos en forma, pero no es garantía.

—¿Cuál es la carrera más dura en la que ha participado?

—La dureza la pone el ritmo que te obligan a llevar los rivales. Tal vez mi carrera más dura ha sido el Mundial de hace dos años en Portugal, cuando en el km 30 apenas se había estirado la carrera, con mucho ritmo desde el principio y mucho nivel.

—¿A qué cree que se debe el auge del ultra en los últimos años?

—Son retos personales, pero parece que se nos está yendo un poco de las manos. Carreras como el Mundial de Castellón, con 80 km, casi parece que sea poco, pero es una distancia más que suficiente para ser competitiva.

—¿Qué consejos le daría a quien empieza en el ultra?

—Ir en progresión según su preparación y entrenamiento. Es una locura empezar a correr y pasar al ultra, así es difícil disfrutar de las carreras, las hay más cortas y también son muy bonitas.