Llegado el fin de año, que para muchos coincide con el final de la temporada. Es el momento de echar la vista atrás y pensar en todo aquello que hemos conseguido y todo lo que nos ha quedado por hacer. Ocasión para pensar en qué aspectos hemos flaqueado, para poder mejorar en la próxima campaña.

Es hora de darle a nuestro cuerpo ese merecido descanso que tanto necesita. Recuperarse física y psicológicamente de una temporada es un trabajo muy importante que debemos aprender a hacer.

Después de una larga temporada llega el momento de descansar y desconectar de la exigencia diaria de los entrenamientos y de la rutina.

La pretemporada debe ser el pilar de todo deportista para conseguir buenos resultados el resto del año. Os comento unos consejos generales: empezar con ritmos bajos y distancias cortas, fortalecer músculos y articulaciones con el trabajo de fuerza, introducir ejercicios de técnica de carrera, combinar con otras disciplinas deportivas, controlar la dieta y descansar bien.

Situación que nos permite planificar la próxima temporada, fundamental para mejorar marcas y rendimiento. Lo más importante es tener claro el objetivo del año. Buscar competiciones test que te motiven para ver el estado de forma y tener un control de cada entrenamiento.

Las distintas fases

Una pretemporada debería tener cuatro fases bien definidas: acondicionamiento general (con tablas ligeras de gimnasio, ejercicios de movilidad, trabajar algo de carrera de forma muy suave y entrenamiento cruzado para ayudar a tonificar), fase anatómica (muchas repeticiones con poca carga), trabajo de fuerza-resistencia y trabajo de propiocepción, fase hipertrófica (para ganar masa muscular) y fuerza máxima (una de las fases más importantes donde se trabaja con la máxima carga a velocidad de ejecución alta).

Una vez pasadas estas fases, daremos por finalizada nuestra pretemporada. Y ahora sí estamos preparados para entrenar de forma mucho más específica. Preparados, tanto a nivel muscular como cardiovascular para dar el máximo. Hemos conseguido adaptarnos, estar más fuertes, y podremos así aprovecharlo para rendir mejor.

Es momento de empezar a entrenar de verdad. Aumentaremos el tiempo y el kilometraje semanal de forma progresiva, planificada y orientada a nuestros objetivos.

Ten paciencia y siente que los grandes beneficios se ganan con la constancia, el trabajo y el tiempo. Y recuerda: para ser más fuerte, trabaja lo débil. ¡Empieza así otro ciclo, otro año más lleno de retos!

*Nutricionista, entrenadora persona y deportista

belenagut@hotmail.com