La tendinitis del tendón de Aquiles es el 10 % de las lesiones del corredor de fondo, y comprende la inflamación del tendón, de su vaina tendinosa y/o del tejido graso que lo rodea. Según la estructura lesionada se denomina tendinitis, tenosinovitis o peritendinitis.

El tendón de Aquiles transmite la fuerza para la propulsiónen la carrera o salto desde el tríceps sural (gemelos y sóleo) al calcáneo. Esta fuerza es 2 veces el peso del cuerpo al caminar, pero 5 veces en carrera y hasta 10 veces envallas o saltos.

Las causas de su inflamación suelen ser los excesos en el entrenamiento por cantidad (Km) o calidad (repeticiones excesivas del gesto deportivo), los cambios en las superficies de entrenamiento, las carreras en arena o en pendientes, las bajas temperaturas yel calzado inadecuado, con suela rígida o tacón duro. Hay que ir con precaución tras un periodo de inactividad o lesión y comenzar de forma progresiva. Es importante el reconocimiento médico preventivo para diagnosticar alteraciones del eje del pie. Un varo del talón o excesiva supinación en el choque del talón lo llevan a la hiperpronación en la fase de apoyo de la planta. También ocurre por fatiga con modificación de la zancada.

El acortamiento del tendón de Aquiles se asocia a isquiotibiales cortos, tibias varas, pies equinos o cavos, que producen un ‘bulto’ en la parte postero-superior del calcáneo (síndrome de Haglund).

La tendinitis aguda presenta hinchazón, enrojecimiento, calor, crepitación y dolor a la presión, con disminución de la movilidad y de la fuerza. Presenta un engrosamiento fusiforme o nodular; el estiramiento pasivo y la contracción del tríceps al caminar de puntillas es doloroso. El diagnóstico se confirma mediante ecografía observando el patrón fibrilar del tendón, si existe líquido en el paratenon o engrosamiento de la grasa o bursaspreaquíleas.

La tendinitis crónica puede evolucionar a la curación completa o, en casos severos, evoluciona a una degeneración progresiva, con pequeñas roturas parciales que pueden terminar con una grave rotura completa. Esta progresión puede estar condicionada por la cronicidad de la lesión, los tratamientos efectuados (múltiples infiltraciones), tratamientos muy agresivos sin periodos de recuperación, y además también influye la edad del deportista. En la forma crónica, el dolor puede aparecer al inicio del ejercicio y desaparecer tras el calentamiento; pero en fases más evolucionadas está presente en reposo tras el ejercicio. En los procesos graves, el dolor aparece antes, durante y tras el ejercicio,y no calma con reposo;se acompaña de rigidez y cojera. En ecografía se observa si existen bursitis retrocalcáneas, pequeñas roturas parciales con hematomasintratendinosos o microcalcificaciones tendinosas.

El tratamiento suele ser sencillo en la fase aguda, pero complejo en una tendinitis crónica. Ojo con las infiltraciones de corticoides de resultado espectacular a corto plazo pero con riesgo; y también con la rápida incorporación a la competición.

*Especialista en medicina de la actividad física y el deporte