José Ángel Ebrí (29 de septiembre del 1982, Castellón) es uno de los viejos rockeros de las carreras populares de la provincia de Castellón. Este año ha logrado un triunfo que se le resistía, el primer puesto en la general de la Lliga Castelló Nord de Curses per Muntanya. Así que puede decirse que su hija, que nació unos días antes de la última prueba, ha venido con un trofeo bajo el brazo.

—¿Qué ha supuesto ganar la Lliga Castelló Nord?

—Es una recompensa a muchos años en los que uno siempre ha estado ahí. Ya había sido quinto, cuarto, tercero, segundo... pero nunca había ganado la Lliga. En realidad, nunca me he propuesto en serio ganar este circuito, pero cuando corres siempre aspiras a quedar lo más arriba posible.

—En cambio sí había ganado algún otro circuito, como en su día el Terrasfalt en el 2010 y 2011...

—Sí, y también he quedado segundo y tercero en el Circuito de Montaña de la Diputación, pero ahora ya solo corro la Lliga, que es el que me queda más cerca de casa, y el resto, como el del Alto Palancia, solo corro alguna carrera suelta porque me quedan más lejos y desde que tuve mi primer hijo ya no tengo tanto tiempo.

—¿Cómo ha sido este circuito?

—La clasificación final estuvo muy reñida. Tanto que llegué a la última carrera, en Vilafranca, en un mano a mano con Miguel Ángel Duplas, de manera que si él ganaba la prueba se adjudicaba la Lliga, y si no, yo tenía que quedar solo un puesto detrás, que es lo que ocurrió al final, porque él fue tercero y yo quedé cuarto. Encima me pilló que esa misma semana nació mi hija.

—¿Afectó eso a su preparación?

—Sí, lo noté porque la carrera era el domingo y mi hija nació el jueves, así que estuve tres días en el hospital. Por eso no pierdes la forma, pero en ese periodo no pude entrenar nada.

—¿Con qué expectativas había iniciado el circuito este año?

—Al principio en lo que menos pensaba era en ganar, porque la primera carrera, Borriol, venía de hacer el Marató BP Castelló y era el arranque de la temporada en montaña, así que fui quinto, y luego no pude correr en Atzeneta porque coincidió con la MABO.

—¿Cuándo cambió el panorama?

—La clave fue desde luego la carrera de Catí, la que más he disfrutado del circuito. Fue algo que no me esperaba, me salió muy bien, fui segundo y entonces me dije que podía ser mi año.

—¿Cómo planifica la temporada?

—Desde ya hace unos pocos años suelo dedicar media temporada a la montaña y luego la otra media al asfalto. Ahora, después de haber hecho la Marató dels Dements, me he tomado una semana de descanso y ya empiezo a preparar el Marató BP Castelló. Si se puede, iremos a por marca, y si no, pues se acaba y ya está.

—¿Cómo ha sido su experiencia en el Marató BP Castelló?

—Lo he corrido en todas las ediciones y es una prueba ya consolidada. Tal vez no puede igualar en número de participantes a otros maratones como el de Valencia, pero sí está al mismo nivel en cuanto a calidad y tiempos, tienes que entrenar mucho para estar entre los primeros. Yo en asfalto prefiero un maratón que un 10k porque pasas dos o tres meses preparándolo, te exiges mucho, y cuando acabas, si te sale bien, te da mucha satisfacción.

—¿Qué entrenamiento realiza?

—Suelo entrenar entre cinco y seis días a la semana, de 80 a 90 kms. Procuro no pasarme demasiado, y ahora con el maratón insisto en series y calidad, y el fin de semana hago entre 20 y 25 kms.

—¿Cuál es la clave para ser regular a lo largo de un circuito?

—Para ser regular en los circuitos hay que ser regular en los entrenamientos, si no a la hora de la carrera se nota demasiado.

—¿Ha probado más distancias?

—Hice dos veces la Penyagolosa Trails Marató i Mitja en los años 2008 y 2009, pero me pilló cuando empezaba en esto de las carreras y pinché las dos veces. Sí me gustaría hacerla, porque la experiencia es un grado y quiero aprovecharla, pero ya llevo un par de años sin suerte en el sorteo. En la MABO, a la tercera, sí he bajado de cinco horas (4.45).