La visualización

Es una técnica que nos permite evaluar sobre donde sitúa el foco atencional cada deportista en cada momento, para poder intervenir sobre dichos focos si estos le perjudican en su ejecución, ansiedad precompetitiva, etc.

La visualización se utiliza en la mayoría de los casos para trabajar los gestos técnicos (por ejemplo, en carreras de montaña, cómo afrontar las bajadas), aunque puede utilizarse para vivenciar de forma subjetiva otros momentos deportivos o situaciones. El primer paso de la visualización consiste en explicar al deportista que simplemente tendrá que imaginar un gesto técnico, momento o situación deportiva. De forma relajada y pausada, tomándose el tiempo que necesite para ello.

Una vez finalizada la visualización, el deportista nos contará cómo ha sido la experiencia y a su vez podremos ir realizando preguntas sobre la experiencia subjetiva del mismo.

En este sentido, el primer elemento que hay que evaluar es la previsualización, es decir, el gesto técnico, situación o momento que el deportista vaya a visualizar durante esta experiencia.

En el transcurso de la visualización conviene fijarse en el lenguaje no verbal, movimientos sacádicos de los ojos, muecas…

Y por último, en la postvisualización se evalúa acerca de sensaciones percibidas, colores, personajes que estaban presentes, si el resultado de lo visualizado ha sido exitoso o no, si ha habido desconcentración...

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Toda esta fuente de información, lo que nos va a permitir es dirigir la visualización para poder modificar los focos atencionales.

Por ejemplo, si un deportista percibe una situación deportiva como la espera previa a la salida de la competición como altamente ansiógena y angustiosa por estar centrado en sus sensaciones corporales y pensamientos negativos, se puede trabajar con él el cambio de foco atencional guiándole a fijarse en otros elementos del ambiente, por ejemplo, escuchar y tararear la música que suena en megafonía.

La visualización es una técnica altamente eficaz, es un aprendizaje guiado, en el que el deportista a partir de sus propias experiencias imaginadas puede modificar lo que serán las experiencias reales.

Pero no es una técnica milagro o mágica, también requiere de esfuerzo y entrenamiento para que sea útil. En atletismo más que gestos técnicos, la visualización nos permite trabajar con estrategias de carrera, estados de ánimo, miedos y dudas, emociones…

Es importante destacar que aunque la imaginación se emplea en dicha técnica, no es este el objetivo, es decir no se trata de imaginar o “soñar con algo”, sino de verlo para poder vivenciarlo.

*Psicóloga Deportiva

twitter: @mvallsbarbera