Volvemos a utilizar estas líneas en el suplemento de atletismo del diario Mediterráneo, tras las vacaciones del verano.

Iniciamos la temporada posiblemente tras un periodo de descanso o cambio en nuestras actividades deportivas durante el cual practicamos otros deportes: ciclismo, natación, tenis, senderismo… Previamente deberemos evaluar la temporada anterior, si cumplimos nuestros objetivos y si tuvimos algunas lesiones.

Al comenzar la nueva temporada tenemos que planificar nuestros objetivos y los entrenamientos según nuestra disponibilidad de tiempo.Deberemos iniciar los entrenamientos de forma progresiva en fases: inicial, progresiva y competición.

Quizá sea un buen momento para realizar un reconocimiento médico deportivo, con exploración peso-talla e IMC (índice de masa corporal), que indican si existe sobrepeso u obesidad. Continuaremos explorando sistema cardio-vascular, descartando la hipertensión arterial o enfermedades cardiacas.

Tras ello el aparato locomotor, especialmente si tuvimos lesiones o sobrecargas musculares o articulares. Los completaremos con un estudio biomecánico y un estudio podológico y recomendaremos si precisa plantillas o las zapatillas más adecuadas para nuestra pisada y características morfológicas.

Si existe alguna descompensación muscular o laxitud articular deberemos compensarlos en esta fase inicial con ejercicios específicos de tonificación muscular: ejercicios de estiramientos o elasticidad si existe rigidez o acortamientos musculares y ejercicios propioceptivos, especialmente de tobillos y rodillas.

En deportistas mayores de 35 años, con antecedentes familiares de cardiopatías o factores de riesgo cardio-vascular deberemos realizar una prueba de esfuerzo máxima en cinta rodante con análisis de gases espirados y control de ECG, frecuencia cardiaca y tensión arterial. Si precisa, también un estudio ecocardiográfico.

La prueba de esfuerzo nos descarta patologías cardiaca, vascular o respiratoria y nos da información para poder planificar correctamente los entrenamientos deportivos.

Es conveniente completar el estudio con una analítica completa: hemograma, hierro, ferritina, fólico, vitamina B12, glucosa, colesterol HDL, LDL, triglicéridos, Na, K, urea, creatinina, úrico, GOT, GPT, GGT, fosfatasas alcalinas, CPK, vitamina D.

La analítica descarta enfermedades que pueden limitar la actividad física o condicionar la intensidad y duración como anemias, dislipemias, diabetes mellitus, alteraciones renales, hepáticas, osteomalacia, deshidratación,sobreentrenamiento…

Esperamos vuestras dudas sobre lesiones o enfermedades relacionadas con el deporte.

*Especialista en medicina

del deporte