El Circuito Ricardo Tormo, en el marco de la Volkswagen Driving Experience, fue el escenario en el que pudimos probar el Golf R, la versión más potente del mítico modelo alemán.

Hablar de GTI es hablar, obligatoriamente, del Golf. El compacto de Volkswagen fue el inventor de la categoría hace ya 40 años y el paso de todo este tiempo no ha hecho más que engrandecer su leyenda.El Golf R va un poco más allá para ofrecer una opción más potente y teóricamente más deportiva, aunque en la práctica las diferencias a la hora de evaluar sus sensaciones al volante son mínimas.

Su actual configuración se estrenó el año pasado, coincidiendo con una actualización estética de toda la gama Golf. De paso, su potencia pasó de 300 ca a 310 caballos y se añadió una nueva caja de cambios DSG de siete velocidades, que es de serie -y obligatoria- en el mercado español, manteniendo la tracción integral.

rápido y cómodo En marcha, su potencial es muy alto, pero no se trata ni mucho menos de un deportivo radical, como podría hacer pensar la R que lleva de apellido. Corre mucho, frena mucho y se sujeta francamente bien, pero resulta fácil de conducir incluso en circuito, la tracción integral facilita mucho las cosas y las suspensiones no son especialmente duras y transmiten con un nivel de confort sorprendente.

De hecho, un Golf GTI (que también tuvimos ocasión de conducir en el mismo escenario) ofrece incluso sensaciones más deportivas aunque, obviamente, con unas peores prestaciones.

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