El coche eléctrico parece haber escenificado su definitivo asalto al mercado europeo con motivo de la última edición del Salón Internacional del Automóvil de París, que el domingo cerró sus puertas en la capital francesa después de dos semanas de gran actividad y muchos estrenos interesantes.

La entrada en vigor en el año 2020 de una normativa de emisiones todavía más rigurosa y restrictiva que la actual obligará a los fabricantes a apostar con decisión por la electrificación y la hibridación como fórmulas para afrontar este nuevo reto.

Esa apuesta ha quedado muy clara en el certamen galo, en el que se han podido ver multitud de propuestas de este tipos. Desde modelos premium como el Mercedes EQC o el Audi e-tron a coches más asequibles como el Renault K-ZE o las versiones 100% eléctricas del Hyundai Kona y el Kia Niro, el abanico de productos de este tipo que pudo verse en París avanza cuál es la tendencia.

la otra electrificación La hibridación también tuvo un marcado protagonismo en la muestra francesa. Y es que además de las marcas especialistas en este tipo de tecnología como Toyota (que expuso sus nuevos Corolla y RAV4) o Lexus (que avanzó su futuro SUV compacto UX y la puesta al día del coupé RC), otros fabricantes como Peugeot, Citroën, Renault u Honda también aprovecharon para anunciar sus próximos lanzamientos híbridos.

En la Ciudad del Sena, sin embargo, también hubo espacio para otro tipo de novedades. Seat, por ejemplo, exhibió allí el Tarraco, el tercer SUV de su gama -y el más grande-, que llegará a M-Motor a finales de este mismo año; Citroën estrenó el C5 Aircross, otro atractivo crossover que llegará a Garage Castellón a principios del 2019; Mercedes hizo lo propio con la última generación de su Clase B y el nuevo GLE; BMW presentó la próxima entrega de su Serie 3; DS, el segundo modelo de su nueva etapa; y Suzuki, un Jimny totalmente renovado que está a punto de comercializarse.