En pleno verano, son muchos los conductores que salen a la carretera en busca de un destino vacacional que, muchas veces, está bastante lejos de su casa. Estos viajes, que pueden durar más de 3 horas, están marcados por las ganas de llegar al hotel en cuestión, y disfrutar de un baño en la piscina, o a casa para descansar, si se está volviendo de las vacaciones. En estos trayectos tan largos surge un factor de riesgo muy importante al que muchos no le prestan la atención necesaria: la fatiga al volante.

Según la DGT, el cansancio es uno de los factores de riesgo más importantes para la conducción. Entre un 20 y un 30% de los accidentes de tráfico se pueden relacionar de forma directa o indirecta con la fatiga. Cansancio no es solo quedarse dormido, pues, a medida que pasan las horas al volante, el conductor pierde estado de alerta, concentración y velocidad de reacción. De hecho, según el Eurobarómetro de la Fatiga al Volante 2019, el 16% de los conductores europeos asegura haber sufrido un accidente por culpa del cansancio al volante.

Según la Real Sociedad de Prevención de Accidentes, un organismo del Reino Unido que vela por la seguridad en carretera, los grupos de riesgo que más padecen cansancio en la carretera son los hombres jóvenes, los conductores de camión, los conductores de coche de empresa y los trabajadores por turnos. Según la entidad británica, los hábitos de estos perfiles se traducen en más posibilidades de quedarse dormido en la carretera. No obstante, hay una serie de recomendaciones que pueden evitar la aparición del temido cansancio al volante.

Educación vial

Es muy importante que los conductores hayan recibido, en su etapa de autoescuela, la educación necesaria para enfrentarse al problema que supone la fatiga al volante. Además, es conveniente que conozcan los falsos mitos sobre como actuar en caso de estar cansado. En primer lugar, beber café en marcha, encender la radio o abrir la ventana no ayudará en ningún caso a detener la fatiga. En todo caso, el riesgo crece porque aumentan los estímulos exteriores que apartan la atención de la carretera. Además comer o beber en marcha es una infracción penalizada con multa.

Asimismo, se debería evitar conducir entre las 12 y las 6 de la mañana y después de comer mientras se hace la digestión. Durante esos periodos, el cuerpo entra en un estado de relajación involuntaria que puede mermar seriamente la capacidad de atención y de alerta del conductor.

Buenos hábitos

Hay que llevar unos hábitos correctos para mantenerse alejado de la sombra de Morfeo. En primer lugar, si el conductor nota somnolencia debe parar inmediatamente. Es mejor tomar un café y descansar 15 minutos hasta que la cafeína haga efecto antes de seguir. Estirar las piernas un poco también puede servir. Por otro lado, hay que evitar las comidas copiosas si hay planificado un viaje después. Una digestión pesada produce un exceso de somnolencia que puede ser peligroso.

Por último, hay que dormir de siete a nueve horas diarias. Parece una tontería pero muchas personas no tienen buenos hábitos de sueño. Mientras con menos de siete horas dormidas se tiene la sensación de sueño durante todo el día, con más de nueve horas el cuerpo no sale del estado de relajación y puede ser también peligroso.

Planificar el viaje

Hay que tener en mente el recorrido que se va a hacer y las estaciones de servicio y lugares habilitados para el descanso durante el trayecto. Según la normativa, es recomendable descansar 45 minutos tras cuatro horas y media de conducción, 15 minutos tras una hora y media o 30 minutos después de dos horas y media, que es la más adecuada para evitar la fatiga. Si en el descanso se aprovecha para tomar una bebida con cafeína o un refresco, mejor. Es recomendable saber dónde y cuándo se parará a descansar antes de arrancar.

Usar la tecnología

La tecnología, si se usa bien, es el mejor aliado del conductor. Los sistemas telemáticos pueden ayudar al conductor a planificar una ruta y, siguiendo con el consejo anterior, decidir las paradas necesarias para descansar y evitar la fatiga. Además, algunos de los vehículos más nuevos y avanzados ya incluyen sistemas para reconocer la somnolencia y las distracciones al volante mediante la motorización del movimiento de los ojos y el tipo de parpadeo. Seguir las recomendaciones de estos sistemas puede prevenir un accidente.