Es la gran estrella de la oferta actual de Volkswagen y aunque desde hace unas semanas tiene que compartir protagonismo con su hermano pequeño el T-Cross, sus ventas no han parado de crecer desde su lanzamiento comercial.

El Volkswagen T-Roc se ha convertido en el principal pilar comercial de la marca alemana, desbancando al Golf. De hecho, podría considerarse una especie de configuración crossover del propio Golf, ya que ambos comparten plataforma y su tamaño es muy similar. Con 4,23 metros de longitud, el SUV mide apenas tres centímetros menos que el turismo, aunque la altura del primero es claramente mayor.

Estéticamente, el T-Roc apuesta por un estilo propio, algo por otra parte habitual entre este tipo de modelos crossover de tamaño medio. Desde el Audi Q2 al Toyota C-HR, pasando por el Fiat 500X o el Mazda CX-3, todos son coches particularmente emocionales, en los que el diseño es un factor clave.

Su silueta es elegante pero no estridente, y parece elegida para gustar a perfiles de cliente muy distintos. Además, Volkswagen ha querido aparcar en este modelo su habitual conservadurismo para proponer un coche más fresco, juvenil y rupturista, con elementos de estilo que se apartan de la línea habitual de la marca.

ESTILO PROPIO // En el interior, ese aspecto queda todavía más patente. El ambiente es muy distinto al que se respira, por ejemplo, en un Golf. Frente a la sobriedad de este último, el T-Roc ofrece un estilo más desenfadado y colorista aunque, a cambio, la sensación de calidad también se sitúa un punto por debajo, debido en gran medida al tipo de plásticos utilizados.

En marcha, el SUV alemán no puede negar que es un Volkswagen. El tacto al volante es impecable y la relación entre el dinamismo y el confort representa una de sus principales virtudes. Por detalles como sus suspensiones o la distancia libre al suelo, su comportamiento está mucho más cercano al de un turismo que al de un SUV tradicional.

Es un coche efectivo y fácil de conducir, incluso en condiciones delicadas en las que la tracción integral de esta versión supone un plus adicional.

El acabado Sport es el más completo de la gama y, aunque su precio es elevado, incluye detalles que marcan la diferencia, como la instrumentación digital, las luces full led, la cámara de visión trasera o un sistema de infoentretenimiento muy completo y a la última.