El invierno parece que ha tardado en llegar pero finalmente lo ha hecho, trayendo consigo las dificultades en la circulación en forma de nieve, hielo o lluvia.

Para hacer frente a estas condiciones climatológicas adversas, tradicionalmente se ha recurrido al uso de cadenas o fundas, una situación que está cambiando paulatinamente hacia la utilización de neumáticos de invierno, ya sea por seguridad, por comodidad, o por ambas.

En España, este tipo de cubiertas suponen tan solo un 3% del total de las ventas, según datos de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos formada por empresas líderes del sector.

Esta cifra deja entrever el desconocimiento y la falta de información acerca de las prestaciones reales que tiene estos neumáticos, asociados de manera errónea tan solo a la circulación por carreteras nevadas.

Cuando la temperatura es inferior a siete grados, ya sea sobre carreteras secas, mojadas, heladas, con barro o con nieve, y las cubiertas estándar pierden adherencia, las de invierno aumentan el control del vehículo y la movilidad gracias a sus características particulares.

Especiales Su composición es más blanda y flexible que la de un neumático estándar, gracias a un mayor contenido de sílice. Además, una cantidad superior de laminillas en los tacos -entre seis y ocho veces más que los de los tradicionales- y un dibujo de la banda de rodadura más recortado y profundo garantizan mayor tracción, adherencia y seguridad a la hora de frenar en cualquier terreno. Este tipo de cubiertas, cuyo precio medio es 100 euros, se distingue por el marcaje M+S, que las acredita como neumáticos de invierno según normativas europeas.

Si a estas siglas le acompaña un pictograma de una montaña con tres picos y las siglas 3PMSF garantiza que, además, han sido probados en condiciones invernales extremas.

En la actualidad, existen distintas alternativas en el mercado como los CrossClimate de Michelin y los Vector 4Season de Goodyear, aptos para todo el año, convirtiéndose en una de las mejores opciones en países como España en los que la variedad de condiciones atmosféricas es muy amplia.

Las ventajas que aportan el uso de neumáticos de invieno frente a las cadenas o fundas se podría resumir en mayor comodidad ya que permiten un uso continuado y no necesitan un mantenimiento especial, pero sobre todo, aportan una mayor seguridad en conducción invernal.