Un año más, y ya van tres, hace unas semanas tuve la oportunidad de vivir el Rally de Montecarlo Histórico como ‘ouvrier’ el equipo oficial Seat.

Formar parte de la estructura con la que la marca española participa en la prueba monegasca me ha permitido, entre otras muchas cosas, trabajar junto a Salvador Cañellas, piloto oficial de Seat en los años 70 y toda una leyenda del motor español.

Si Cañellas fuera británico ahora sería lord y millonario, porque pocos pilotos pueden presumir de un palmarés como el que atesora el catalán. No en vano, en 1968 fue el primer español en ganar una carrera del Mundial de Motociclismo. Más tarde acumuló numerosos títulos nacionales en rallys y circuitos, y magníficos resultados en el Dakar tanto en coches como en camiones. Y por si todo eso fuera poco, también impartió clases magistrales a pilotos de varias generaciones.

A sus 74 años, conserva una forma física envidiable y conversar con él es escuchar cientos de vivencias increíbles que ya forman parte de la historia del motor. Porque Cañellas es toda una leyenda, discreta y cercana, que el deporte nacional debería cuidar más.