Audi ha aprovechado el lanzamiento de la cuarta generación del A8 para demostrar todo lo que es capaz de hacer desde un punto de vista tecnológico. Esta nueva entrega del buque insignia de la marca de Ingolstadt, que ya está en Marzá, incorpora las soluciones más avanzadas que actualmente se pueden

encontrar en un modelo de serie. Entre ellas destacan su nivel tres de conducción autónoma, un sistema de iluminación de la carretera por láser o una instalación eléctrica de mayor voltaje (48 voltios), que facilita el uso de dispositivos de última generación que no funcionarían con una red convencional de 12 voltios. Además, dispone de un total de 42 sistemas de control, entre ultrasonidos, cámaras, radares y escaner láser. Este A8 es también el modelo en el que Audi estrena su nueva línea de diseño, que luego extenderá al resto de la gama. Así, llama la atención su frontal con una parrilla hexagonal, el nuevo estilo de los grupos ópticos tanto delanteros como traseros y la línea horizontal de leds que domina toda la parte posterior.

IMPONENTE El resultado es un coche muy elegante, con un punto más dinámico que su predecesor.

Y como aquel, cuenta con dos carrocerías distintas, una estándar de 5,17 metros de longitud y otra larga, de 5,30 metros. El espacio interior es mayor en los dos casos e incluye nuevos elementos de equipamiento. El puesto de conducción, por ejemplo,está dominado por tres grandes pantallas que concentran toda la información, se han previsto tres tipos de asientos distintos y cuatro de las cinco plazas pueden ser calefactadas o contar con ventilación y masaje. Además, el maletero, de 505 litros, ofrece el

mismo espacio de carga en las dos carrocerías.