Las incógnitas que estos días asaltan a las familias de Venezuela también planean sobre buena parte de las 154 empresas de Castellón que tienen negocios en un país en el que la mayoría de la población vive a la espera de las remesas y está desgobernado por dos presidentes: Juan Guaidó y Nicolás Maduro. Y, salvando las distancias, lo mismo ocurre en las 295 compañías de la provincia que operan en el Reino Unido: el brexit puede embestir su futuro. Y en Rusia, un país que está aplicando un creciente número de barreras arancelarias. Los anteriores constituyen solo tres ejemplos de mercados de riesgo, de países en conflicto, de zonas calientes... pero hay muchos más. Unos países en los que la provincia se la juega. Y no poco.

Los expertos en mercados internacionales identifican una serie de mercados a los que hay que mirar con lupa, tanto por su situación económica y social como por sus políticas proteccionistas. A Venezuela, Reino Unido y Rusia se añaden mercados como Estados Unidos, Argentina, Brasil o Argelia. En total, 1.426 empresas de la provincia exportan a una decena de países en los que se genera un negocio de más de 1.700 millones de euros, el 23% de todas las exportaciones que se realizaron el año pasado desde Castellón, según los últimos datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) O dicho de una manera mucho más clara: casi uno de cada cinco euros que obtiene la provincia gracias a la exportación se localiza en mercados considerados ahora conflictivos.

De entre todos los países en conflicto, donde más se la juega Castellón es en Reino Unido. Las empresa del azulejo, los exportadores citrícolas y la refinería BP miran de reojo a un país cuya salida de la UE plantea toda una seria de incertidumbres. Nada menos que están en juego más de 550 millones de euros anuales y las decisiones que se tomen en los próximos meses afectarán los intereses de las 295 compañías de Castellón con intereses en Inglaterra. « El brexit nos va a costar dinero. Perjudicará a las empresas que son intracomunitarias y eso supone que tendrán que soportar aranceles de los productos, una situación que ahora no ocurre», reconocía en una reciente entrevista a Mediterráneo José Luis Peralta, responsable de la oficina del Instituto de Comercio Exterior en Castellón.

TRUMP Y SU ‘AMERICA FIRTS’

En los mercados internacionales basta con que un elemento se tambalee para que el resto empiece a fallar, por eso en la provincia hay 563 empresas pendientes de cada decisión que toma Donald Trump, que aplicando su famoso eslogan America firts (los Estados Unidos, primero), está apostando por potenciar la mano de obra en su país y gravar con aranceles e impuestos los productos que llegan desde otros mercados. Y eso que, de momento, la presencia de Castellón en el mercado norteamericano no deja de crecer. En año pasado se enviaron productos por valor de 423 millones de euros, un 40% más que en 2015.

Argelia también es vista con preocupación y eso que en la última feria Cevisama las sensaciones fueron muy buenas y los envíos a este país no dejan de crecer. Sin embargo, el Gobierno argelino acaba de anunciar trabas a la importación de baldosas cerámicas, unos aranceles que, según la patronal Ascer, frenarán la evolución de un mercado que representa una facturación de 120 millones de euros anuales.

En Sudamérica, Castellón también se juega mucho. En Argentina, un país en crisis y con graves problemas de divisas, las empresas de Castellón exportan por valor de más de 25 millones de euros al año, mientras que en Venezuela son 150 las compañías exportadoras (más del doble que en el 2017) y el año pasado facturan algo más de 23 millones (un 156% más que en el 2017).

Joaquín Andrés, responsable del área de Internacionalización de la Cámara de Comercio de Castellón, insiste en que hay que analizar los riesgos político-sociales y económicos que afectan a los negocios con estos países. «Es complicado establecer fórmulas generales que sirvan para paliar o reducir el riesgo. Dependerá del sector y grupo de países», explica. «En todo caso -continúa- siempre es aconsejable diversificar mercados para evitar la dependencia de unos pocos, sobre todo con la incertidumbre del entorno geopolítico global. A la hora de consolidar los mercados es fundamental monitorizar en tiempo real información crítica para tener tiempo de maniobra y disponer de un plan de contingencia, además de reforzar los lazos de colaboración con nuestros clientes».