Incertidumbre e intranquilidad entre la comunidad de castellonenses en el Reino Unido ante las nuevas propuestas lanzadas por el Gobierno de las islas para acometer su salida de la UE, el llamado brexit, que arrancará en marzo del próximo año hasta el 2019. Son, según las últimas cifras del informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), 10.205 los ciudadanos de la provincia con residencia en Inglaterra, Escocia o Gales, y que miran con recelo las medidas que ha propuesto sin aprobación de momento la primera ministra, Theresa May, para «reducir el número de trabajadores y estudiantes extranjeros que llegan al país» y evitar, entre otras cosas, que «quiten puestos de trabajo a los británicos».

Solo quieren a los mejores y proponen un plan de 140 millones de libras para establecer medidas económicas y fiscales para atraer el talento británico frente al foráneo y aumentar la contratación de nacionales, en un país con una altísima tasa de paro. «Es una manera de eliminar una cierta inmigración, pero no toda», coinciden algunos de los castellonenses pulsados por Mediterráneo al respecto.

De momento es una propuesta, pero la comunidad extranjera ya ha lanzado el grito al cielo sobre medidas como la restricción de la entrada de universitarios, algo que, de momento, «a corto plazo no afectará» a los alumnos de la UJI con beca Erasmus --21 este curso-- según la vicerrectora de Relaciones Internacionales, Inmaculada Fortanet. «Todo sigue igual, con continuidad», asegura, explicando que «cuando se desconecten de la UE habrá que ver cómo sigue el tema de las becas europeas, con convenios».

PROFESIONALES // En cuanto a los profesionales de toda índole, desde camareros hasta ingenieros, técnicos o profesores castellonenses que viven y trabajan en Londres, Birmingham, Liverpool, Brighton, Reading o Glasgow, entre otros, hay cierta preocupación. «No es miedo, pero sí intranquilidad --señala Cristina Noé, que lleva una década en Londres--, porque todo son especulaciones. Estas propuestas fueron muy criticadas fuera y dentro del país, y aún es pronto para saber si afectarán a los que ya estamos trabajando o solo a los que vengan a partir de la desconexión». Juan Carlos Gutiérrez, en plena estancia de posgrado, cree que les «afectará, y mucho». «Mi beca, por ejemplo, no la tendría».

En la misma línea, el doctorando en Agricultura José Guinot, señala que «esta propuesta de triaje no irá adelante, pero puede ser una primer paso de otras iniciativas; y es posible que estén abonando el terreno, a la vez que alimentan movimientos contra lo extranjero», incide. «O una huida hacia delante para calmar el miedo que atenaza a los británicos, o dar un mensaje de no bienvenida a los que estén pensando en venir a trabajar», apostilla.

«NO SABEN QUE HACEN» // Manuel Hernández, camarero, pone el acento en que «no saben lo que dicen». Y pregunta, «¿qué van a hacer con el sector servicios, donde no quieren trabajar los ingleses, con los millones de turistas diarios?». La música castellonense Nadia Sheikh es más clara: «Una cosa es salir de la UE y otra muy distinta cerrar las fronteras y recluirse dentro echando a todo el mundo del Reino Unido. Este país no está formado solo por británicos; es multicultural». H