La Comisión de Sanidad y Consumo de Les Corts aprobará el lunes 12 de marzo la modificación del artículo 69.7 de la ley 10/2014 de 29 de diciembre de salud pública de la Comunitat Valenciana, que permitirá dar más competencia a los ayuntamientos para que, a través de ordenanzas municipales, puedan, con las condiciones y limitaciones que consideran oportunas, autorizar el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, en las zonas contiguas a los establecimientos gastronómicos instalados en espacios tradicionales o emblemáticos de las ciudades. En Castellón, esto significaría un importante paso para blindar la zona de las tascas por su singularidad y tradición.

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Como ya recogió este periódico, hay tres enmiendas a la ley autonómica fruto de la demanda de los hosteleros, que dan herramientas al Ayuntamiento para proteger las tascas y que, salvo detalles, coinciden en el fondo. Una es conjunta del Pacte del Botànic (PSPV, Compromís y Podem), y las otras de los grupos parlamentarios de PP y Ciudadanos.

La aprobación de la modificación de la ley que se materializará el lunes 12 de marzo se puede conseguir de dos formas, según explica la secretaria de la mesa de Sanidad, Mònica Àlvaro. Una es con una enmienda transaccional de los cinco grupos con representación en Les Corts, que es una de las opciones más probables, puesto que las enmiendas son muy similares. La otra posibilidad es que, si no hay acuerdo de todos los grupos para hacer una transaccional, se voten las tres enmiendas por separado y salga aprobada, por mayoría de votos, la del Pacte del Botànic.

En todo caso, el voto de la Comisión de Sanidad y Consumo es definitivo y la enmienda quedará aprobada e introducida en la ley que, en su conjunto, pasará después por el pleno de Les Corts.

ZAS Y SUPREMO

De forma paralela, el Ayuntamiento de Castellón ha actualizado las medidas para frenar la contaminación acústica en la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de las tascas. A las mismas, Cs y PP han presentado alegaciones. Ayer lo hicieron los populares. «Las medidas adoptadas son trabas a la actividad económica, al ocio y al turismo». «El cierre de terrazas a las 22.30 horas acabará por convertir Castellón en ciudad dormitorio, cuando lo que debemos es dar opciones al turismo», explicaron.

Además, falta por conocer el fallo del Tribunal Supremo que podría vetar el consumo de alcohol en la calle, a cualquier hora, lastrando el futuro de las tascas.