Los 12 primeros refugiados reubicados en la provincia de Castellón desde los campos de acogida en Grecia, adonde se trasladaron huyendo de la guerra en Siria, llegaron en la noche del pasado miércoles a Vila-real y Castellón, ciudades que les acogerán a partir de ahora a través de los servicios que prestan dos organizaciones no gubernamentales.

Cinco miembros de una misma familia --un matrimonio con sus tres hijos-- se trasladaron a Vila-real, donde Cruz Roja se hizo cargo de ellos, con el fin de facilitar su adaptación e integración al nuevo entorno. Para ello, se les ha acogido en una vivienda específica por esta organización y ya preparada para darles los servicios que vayan necesitando, según señalaron fuentes de la institución humanitaria. Nada más llegar, a estas personas se les sometió a revisiones médicas y se veló por aquellas necesidades básicas que pudieran tener en estos primeros momentos.

A partir de ahora, se aplicará el protocolo de atención a estas personas, ya habitual en estos casos, como es asignarles un traductor y comenzar un periodo de adaptación que puede durar entre seis y nueve meses, con cursos para el aprendizaje de idiomas, así como asistencia por parte de los servicios sociales, según explican fuentes de las propias organizaciones humanitarias, que señalan que, por su perfil, se trata de personas que cuentan con la máxima protección para que su proceso de integración no se vea alterado en estas primeras semanas, según explican.

El resto de refugiados recién llegados a la provincia fueron alojados en la capital castellonense a través del colectivo Accem, oenegé especializada en la atención del colectivo de inmigrantes y personas en situación o en riesgo de exclusión social.

SERVICIOS INTEGRALES // Las organizaciones señalan, además, que en la atención a estas personas colaboran estrechamente todas las administraciones, puesto que requieren de un estatus administrativo como refugiado, además de unos servicios sociales y educativos en manos municipales y autonómicas, tal como recuerdan las mismas fuentes.

El objetivo es que estas personas, tras un primer periodo de adaptación al nuevo entorno y cubrir sus necesidades más urgentes, puedan iniciar el proceso de integración para una estancia normalizada tanto en Vila-real como en Castellón; además, señalan que, en cualquier caso, en estas reubicaciones siempre se tienen en cuenta los aspectos de reagrupamiento familiar y otras consideraciones como las condiciones físicas de los acogidos.