Las 13 menores que llegaron el domingo a bordo del buque Aquarius al puerto de València y que han sido destinadas a Castellón fueron víctimas de agresiones sexuales. Así lo han revelado ellas mismas, que tienen entre 14 y 17 años y proceden de Nigeria, Etiopía y Eritrea, según ha podido conocer Mediterráneo.

Las adolescentes refugiadas vivirán en un piso de la capital de la Plana, gestionado por Cruz Roja, durante los 45 días que dura el permiso temporal. Nueve de ellas ya han pedido asilo en España, mientras que otras cuatro lo han solicitado en Francia. Las autoridades han comenzado a recabar información para iniciar los trámites burocráticos.

Las niñas han vivido situaciones de abusos en sus países de origen y una ellas podría haber sido, incluso, víctima de una red de trata de personas. El estado de salud de todas ellas es bueno y las 13 han sido examinadas en el Hospital La Fe de València.

Las afectadas cuentan con la atención de 30 profesionales y personas voluntarias, con formación en psicología, trabajo social, educación social y actividades socioculturales. Su llegada no será la única. La provincia, al igual que Alicante, espera acoger a más menores de edad en los próximos días --llegaron 130--, según ha podido saber este periódico.

Las 13 menores comenzarán a declarar hoy ante la autoridad judicial tras haberse abierto un protocolo de agresión sexual.

Un total de 630 migrantes del Aquarius, de 26 nacionalidades, superaron una travesía de ocho días por el Mediterráneo y llegaron a València el día 17.

Cruz Roja Castellón aporta al albergue valenciano donde se concentraron todos los refugiados 150 camas, 150 kits de higiene básica, 20 de ropa y cuatro tiendas de avituallamiento.

LOCALIDADES ACOGEDORAS / En la provincia, 13 localidades mostraron, tras conocer la noticia de la llegada del Aquarius, su disposición a colaborar con la Generalitat. Aunque las niñas llegadas hasta la fecha vivirán en la capital de la Plana, los ayuntamientos de Vila-real, la Vall, Burriana, Almassora, Vinaròs, Benicarló, Almenara, Xilxes, Atzeneta, Vilafranca, Morella, Forcall y Fuente la Reina pusieron sus recursos a disposición de los gobiernos autonómicos y central para ayudar.

Casi medio millar de refugiados, además de los migrantes del Aquarius, han llegado a Castellón en los últimos dos años, huyendo forzosamente de sus países de origen por razones bélicas, persecuciones políticas, religiosas o graves hambrunas.

En la provincia, dos entidades, Cruz Roja y Accem, trabajan con las personas refugiadas. Exactamente, 444 ciudadanos han pasado desde el 2015 por las diversas fases de estos proyectos humanitarios en la provincia. La edad media de las personas desplazadas suele ser de entre 25 y 30 años, pero también hay muchos menores, desde recién nacidos a adolescentes. Sirios, ucranios, zambianos, palestinos, hondureños y colombianos viven una segunda vida en la provincia, a la que ahora se suman también 13 menores del Aquarius.