La factura de la luz que el próximo mes de julio llegará a cuatro de cada diez hogares de Castellón vendrá acompañada de algunas sorpresas. Y no todas van a ser malas. Serán buenas para los usuarios que menos consumen o tienen viviendas cerradas o en las que no vive nadie la mayor parte del año. Sin embargo, para buena parte de los 150.000 hogares que en la provincia están en el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), lo que antiguamente se conocía como la tarifa de último recurso (TUR), las noticias no van a ser tan buenas. A una parte de ellos les van a tocar pagar más. ¿Cuánto? Las compañías eléctricas estiman que el recargo oscilará entre 2 y 6 euros en una única factura, aunque la organización de consumidores Facua insiste en que el recibo puede llegar a inflarse un 50%.

La refacturación es consecuencia de una sentencia del Tribunal Supremo que en junio del año pasado obligó al Gobierno a elaborar una nueva metodología para calcular el margen de comercialización de las compañías que suministran electricidad a tarifa. Ese cambio exigía refacturar a los 13 millones de consumidores acogidos a tarifa (unos 156.000 en Castellón) desde que entró en vigor la metodología anulada por el Supremo, en abril de 2014, hasta la puesta en marcha de la nueva. En noviembre, el Consejo de Ministros aprobó una nueva metodología cuyo impacto el Ministerio de Energía cifró en unos 25 céntimos de euro al año.

La refacturación se aplicará, por tanto, a los usuarios que durante todo o una parte del periodo comprendido entre abril de 2014 y diciembre de 2016 tuviesen la tarifa semirregulada PVPC, incluyendo a aquellos consumidores vulnerables acogidos al bono social. Si cambiaron de comercializadora o se dieron de baja será la empresa que cobró las cantidades en esas fechas la que ahora les pase uno o varios recibos con la regularización. Además, las compañías tienen la posibilidad de cargar la cantidad resultante de la refacturación de una vez o en varios recibos. Iberdrola y Gas Natural Fenosa lo harán el próximo mes de julio.

La refacturación solo va a afectar a quienes entre abril de 2014 y diciembre de 2016 tuviesen contratada la luz con una tarifa PVPC y que se aplica a consumidores con una potencia contratada inferior a 10 kW. Y aunque la mayoría de las refacturaciones saldrán a pagar, la nueva metodología tiene en cuenta el consumo realizado, lo que significa que se premiará a quien menos luz ha gastado. Iberdrola, por ejemplo, estima que para más de la mitad de sus clientes en España el cargo acabará en abono. La compañía estima también que el importe medio a cobrar será de 2 euros en un único recibo.

De esta refacturación quedan excluidos todos los clientes del mercado libre, una opción que desde la liberalización del suministro en 2009 no ha parado de crecer. De hecho, en Castellón hay unos 411.000 abonados al servicio eléctrico de alguna de las compañías que operan en la provincia. De esa cantidad, 255.000 están en el mercado libre.