El frenazo inversor de las distintas administraciones durante los últimos años, directamente relacionado con la crisis económica, ha hecho que las dotaciones públicas de Castellón --que van desde las carreteras o puentes al alumbrado o las zonas verdes-- estén demasiado envejecidas. Este fenómeno ha sido analizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) a través de un estudio que indica que en la provincia una de cada cuatro infraestructuras tiene más de 20 años de antigüedad.

Este dato llama la atención cuando se compara con el que se registró en el 2007. Ese año, únicamente el 16,15% de ellas se había construido más de dos décadas atrás. Ahora, ese porcentaje llega al 24,81%, según el IVIE.

carreteras // Poniendo la lupa sobre las distintas modalidades de infraestructura, las que salen peor paradas de este informe son las viarias, ya que un 26,7% tiene más de 20 años. En este sentido, proyectos como la ampliación de la A-7 o el tramo de la nacional 232 hasta Morella, actuaciones anunciadas hace años, todavía no son una realidad.

La otra cara de la moneda la representa el equipamiento portuario. Únicamente el 15,4% tiene más de dos décadas, si bien es cierto que en el 2007 era solo el 8,2%. PortCastelló, cuyos continuos trabajos de remodelación impiden el envejecimiento del recinto, es un buen ejemplo.

En ambos supuestos, estas actuaciones dependen de la administración central y autonómica, pero el panorama no es mucho mejor si se desciende al ámbito provincial y municipal. Así, en lo referente a calles, zonas verdes o alumbrado, el 23,6% de este mobiliario tiene más de 20 años.

carretera y ferrocarril // Una opinión autorizada en este tema es la del director gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana, Manuel Miñés, quien se queja sobre todo de falta de inversión en infraestructuras viarias y en ferrocarril. «En materia de carreteras, hay un déficit de conservación a nivel autonómico que ya alcanza los 350 millones de euros», detalla.

Miñes ya se manifestó respecto a la liberalización de la AP-7, advirtiendo de que los 16 millones anuales que el Gobierno central prevé para su conservación en todo el tramo valenciano se quedan muy cortos, ya que solo en el de Castellón «se necesitan 14».

«En materia ferroviaria, no se entiende que al Cercanías, que concentra casi el 80% de los viajeros, se dedique solo el 20% de la inversión, mientras que el AVE, que mueve solo al 18%, se lleve el 80% de los recursos. Luego se suceden los atrasos y las cancelaciones de trenes; es normal», dice.

advertencia // Juan Carlos Robledo, economista del IVIE y autor del estudio, detalla: «A este ritmo de envejecimiento, a corto plazo, no debe alarmarnos, pero si se mantuviera en el tiempo sí que resultaría preocupante».

El experto señala que ha habido una «reorientación» de la inversión de las administraciones, dirigida hacia la maquinaria, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y también los activos inmateriales.