Si vive o es el propietario de una vivienda construida antes de 1968 sepa que en unos meses tendrá que someter su casa a un exhaustivo chequeo, un control que verifique su estado de conservación y habitabilidad e identifique los posibles problemas. Antes de finales de este año está previsto que pase por les Corts Valencianes la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje de la Comunitat Valenciana (LOTUP) que establecerá la obligatoriedad de certificar el estado de las 716.000 viviendas de más de 50 años que hay en la Comunitat. Casi 50.000 de ellas están en Castellón y todas tendrán que obtener el Informe de Evaluación de Edificios (IEE), un documento firmado por un arquitecto y cuyo coste oscila entre los 300 y los 1.000 euros, dependiendo de la superficie y del número de viviendas con las que cuente el inmueble. Y ese gasto correrá a cargo de cada propietario.

En Castellón tendrán que pasar esa ITV miles y miles de edificios. Los datos que maneja la Conselleria de Vivienda revelan que en la provincia existen unos 70.500 inmuebles que superan los 50 años de antigüedad. De esos, 12.500 son edificios de viviendas plurifamiliares, mientras que 35.000 son viviendas unifamiliares y, el resto, tienen otro uso. Las construcciones con viviendas son las que deberán contar con el informe y lo llamativo es que hoy por hoy muy poquitas lo tienen. En diez años apenas 1.210 edificios de más de 50 años de la provincia se han sometido a la revisión, lo que en la práctica significa que 46.290 tendrán que hacerlo una vez entre en vigor la LOTUP.

Los arquitectos reconocen que las solicitudes de informes de evaluación todavía les llegan a cuentagotas, «Alguno hacemos, pero muy poquito. Hasta ahora los inmuebles que lo piden son aquellos que van a acometer obras de reforma y rehabilitación y quieren optar a ayudas públicas. Y para solicitar una subvención es obligatorio tener el IEE», describe Esther Vidal, arquitecto con despacho en Vila-real.

Aunque la cifra de edificios de más de 50 años sometidos a chequeo es insignificante, cada año las cifras van a más. En el 2017, y siempre según las cifras de la Conselleria de Vivienda, obtuvieron el informe 261 inmuebles de la provincia, un 49% más que un año antes, cuando fueron 175.

MÁS CHEQUEOS EN LA CAPITAL

Donde se realizan cada vez más chequeos es la capital. El Ayuntamiento se ha adelantado a la entrada en vigor de la Ley Valenciana y a mediados del 2017 aprobó una ordenanza que obliga a los inmuebles más antiguos a pasar la ITV. Este año tienen que hacerlo los edificios construidos antes del 28 de junio del año 1963, Los construidos antes del 28 de junio de 1964 tendrán de tiempo hasta el 28 de junio del 2019 y los anteriores al 28 de junio de 1965, hasta el 28 de junio del 2020.

Para que se cumpla la ordenanza, el consistorio está enviando cartas a los propietarios de los edificios más antiguos lo que, automáticamente, se ha traducido en más trabajo para los arquitectos. «Estamos recibiendo muchas peticiones de presupuesto, solicitudes que coinciden con la campaña informativa que está realizando el ayuntamiento», apunta el arquitecto Antonio Javier Molina, con despacho en la capital.

Los arquitectos realizan más informes y eso también lo constatan las cifras oficiales, En un año, el número de IEE de edificios antiguos en la capital se ha duplicado, al pasar de los 74 del 2016 a los 154 del año pasado, cuando entró en vigor la ordenanza.

Pese a lo que pudiera pensarse elaborar el IEE es un proceso complejo. El arquitecto, arquitecto técnico o ingeniero de edificación debe revisar el estado de conservación del inmueble, su grado de eficiencia energética y sus condiciones de accesibilidad. «La ley obliga a que, además de las zonas comunes, se revise al menos el 50% de las viviendas», aseguran los técnicos. Tras la revisión, se evaluará si es necesario tomar medidas para subsanar las deficiencias encontradas y el coste de las obras.