Ser autónomo no es fácil, y llegar a final de mes todavía menos. Para lograrlo hay que trabajar durante horas, a menudo de lunes a domingo, sin apenas vacaciones y casi sin derecho a enfermar. Es lo que hay. Aunque este 2019 acaba con una preocupación menos para todos los profesionales que tienen un negocio propio y tributan por módulos. En Castellón son casi 5.000 y Hacienda ya ha decidido que prorroga un año más el también llamado régimen fiscal de tributación objetiva, un sistema sobre en el que en los últimos años sobrevuela la amenaza de desaparición. Y aunque todo el mundo da por sentado que tiene los días contados, ya ha quedado claro que su punto y final no será en el 2020.

De los 41.000 profesionales por cuenta propia con los que cuenta Castellón, un total de 4.094 tributan por módulos a los que hay que sumar a los del sector agrícola, por lo que cuya cifra total se aproximaría a los 5.000, según datos de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). El sistema suele ser utilizado por pequeños comercios, panaderías, talleres de automóviles, peluquerías, salones de estética, bares y algunos transportistas, y tiene varias ventajas. Una de ellas es la simplificación de la gestión fiscal y contable. Otra, y la más importante, es el hecho de no se pagan impuestos en función de cómo va el negocio, sino que se establece una cantidad fija según determinados indicadores (o módulos), como por ejemplo el consumo de luz o la superficie del local, a los que se aplican unos porcentajes para calcular el rendimiento.

El problema es que sobre los moduleros siempre ha sobrevolado la sospecha de que no declaran todo lo que ingresan. La última vez que se lanzó la voz de alerta fue el pasado verano, cuando la Asociación de Técnicos de Hacienda (Gestha) publicó un informe en el que se revelaba que los autónomos valencianos que tributan por módulos declaran unos rendimientos medios de 11.325 euros, casi 1.000 euros menos que los que lo hacen por estimación directa. «Resulta

llamativo que casi uno de cada cinco autónomos con trabajadores a cargo declare de media menos ganancias que por las que tributan sus propios empleados», denunció el sindicato, que reclamó la derogación del sistema. Los colectivos de autónomos no tardaron en contestar a los técnicos de Hacienda y aseguraron que «estar en módulos no es estar en economía sumergida».

UN SISTEMA DE HACE 26 AÑOS // El régimen fiscal de módulos fue concebido en 1993 para facilitar a los pequeños empresarios la confección de la declaración del IRPF, y en 2014 el Gobierno de Mariano Rajoy puso en marcha una reforma del sistema que preveía bajar el umbral de facturación para poder acogerse a este régimen de 600.000 euros a 150.000 euros a partir de 2016. Sin embargo, durante cuatro años se ha ido prorrogando que el límite no baje de 250.000 euros. Y en 2020 volverá a ocurrir. Una decisión que supone un alivio para un colectivo formado por más de 400.000 profesionales. La intención de Hacienda es endurecer más el régimen de módulos de forma progresiva en varios años, excluyendo a los autónomos que facturen a otras empresas y dejando solo a los que trabajan con particulares.

Los autónomos respiran un poco más tranquilos (tampoco hay subidas de cuotas a la vista) y lo hacen en un año, el 2019, donde en Castellón su presencia ha continuado al alza. La provincia cerró el mes de noviembre con 40.926 trabajadores por cuenta propia, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 447 más que a principios de año. La alegría, no obstante, va por barrios y no todos los sectores ganan emprendedores. El comercio sigue cuesta abajo, mientras que las actividades que registran más altas son la construcción, la industria, la hostelería y la educación.