Hasta hace una década demandar a un banco era impensable para la mayoría de los ciudadanos de Castellón y los pleitos que trataban los juzgados se podían contar con los dedos de la mano. Nadie cuestionaba lo que hacían y decían unas entidades financieras que eran, además, unas instituciones de las que todo el mundo se fiaba. Hoy las cosas han cambiado y, tras el tsunami financiero que se llevó por delante a la mayoría de cajas de ahorro, el destape de prácticas abusivas ha empujado a decenas de consumidores a plantarle cara a la banca. En los últimos años, los tribunales de justicia se han convertido en los escenarios de una batalla entre consumidores y entidades financieras. Una batalla que lejos de frenarse se recrudece. Y en los próximos meses lo hará todavía más. ¿La clave? Las recientes sentencias del IRPH (siglas del índice de referencia de préstamos hipotecarios) y las tarjetas revolving.

Los teléfonos de los abogados y las asociaciones de consumidores de Castellón empiezan ya a echar humo. La puerta la abrió a principios de este mismo mes el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que en contra de las sentencias que en los últimos años ha dictado el Tribunal Supremo (TS) y que daban la razón a la banca, dictaminó que deben ser los jueces españoles los que decidan en cada caso si las hipotecas ligadas al IRPH son abusivas. Y, aunque no existen cifras oficiales, en bufetes y colectivos de consumidores estiman que entre 3.000 y 5.000 hipotecados de Castellón van a poder pleitear contra la banca y recuperar las cantidades pagadas de más.

Pese a que el IRPH es un índice oficial y el segundo más usado para las hipotecas (el primero es el euríbor), los problemas empezaron hace siete años, cuando el euríbor comenzó a bajar a valores cercanos a cero mientras que el IRPH se estabilizó cerca del 2%. Esto supuso que las hipotecas referenciadas con el IRPH resultasen sustancialmente más caras y muchos clientes empezaron a pleitear contra los bancos y, aunque ganaron en primera instancia, el Tribunal Supremo (TS) siempre ha considerado que ese índice no era abusivo.

¿LAS NUEVAS CLÁUSULAS SUELO? // Ramiro Navarro, socio director del bufete de abogados Ramiro Navarro de Castelló, augura una avalancha de reclamaciones judiciales y cree que el IRPH se convertirá en las nuevas cláusulas suelo. Y, además, serán tratadas por los juzgados especializados en cláusulas bancarias abusivas (en Castellón, el de Instancia número 6). «Los juzgados españoles deberán escribir un nuevo capítulo en el que deberán pronunciarse sobre si la cláusula IRPH es abusiva y perjudicial para los consumidores», explica. Y en el caso de que así sea, la entidad financiera estará obligada a devolver al cliente las cantidades que durante años ha pagado de más, los intereses y referenciar la hipoteca al euríbor, con lo que la cuota mensual será mucho más baja.

Aunque los abogados insisten en que hay que estudiar caso a caso, sí es posible establecer lo que puede suponer para un hipotecado medio. «Para una hipoteca de 180.000 euros a devolver en 20 años, contratada en 2008 y referenciada a IRPH más el diferencial de 0,25%, una familia había pagado 21.265 euros de más», describe Ramiro Navarro.

Alfredo García-Petit, de García-Petit Abogados, augura que «será fácil demostrar que los bancos no han sido lo suficientemente transparentes. «Llevamos cinco años pleiteando con la banca por este índice, pero en los próximos meses las reclamaciones se van a disparar. Es más, tendrán un impacto incluso más alto que las cláusulas suelo. Y aunque existen instrumentos extrajudiciales de resolución de conflictos con la banca, es complicado llegar acuerdos por lo que la vía será la judicial», resume.

PACTAR CON EL BANCO O PLEITEAR //

Y, ¿qué tiene que hacer un hipotecado cuyo préstamo está o estuvo vinculado al IRPH? Lo primero es coger la escritura de la hipoteca y comprobar su índice de referencia. En caso de que sea el IRPH el consejo es ponerse en manos de un abogado especializado en materia bancaria. «Si deciden acudir a la entidad bancaria a negociar es conveniente que vayan siempre asistidos de profesionales ya que, por regla general, los acuerdos planteados por la banca a los clientes no suelen ser beneficiosos», añade Navarro.

Lo que también provocará un alza de reclamaciones es la decisión del Supremo de anular un préstamo concedido mediante tarjeta revolving o de pago aplazado que tenía unos intereses del 27% TAE. «Estamos recibiendo muchas consultas y pensamos que las revolving, que están muy vinculadas a las tarjetas de puntos, desde el punto de vista judicial podrían tener incluso más impacto que el IRPH», prevé Juan Carlos Insa, abogado y secretario general de la Unión de Consumidores de Castellón (UCE).