Eden tiene 15 años. Es natural de Xodos, donde vive y vivirá «hasta que muera», indica. Este adolescente, apasionado de los animales y de su pueblo, se ha convertido en todo un símbolo de la lucha contra la despoblación gracias a un vídeo de la televisión pública valenciana que acumula más de 15.000 vistas en la red. En él describe sus tardes solitarias, en las que busca la compañía de cabras y gallinas al regreso del instituto de Vall d’Alba, donde estudia. Es el único adolescente de este municipio de l’Alcalatén que hace a diario ese trayecto.

Xodos, donde resiste estoicamente Eden, es uno de los 50 municipios de Castellón que tiene menos de 300 habitantes. Por debajo de esta cifra, la batalla por mantener los servicios básicos en los municipios es «diaria» y «titánica». Así lo aseguran tanto los alcaldes consultados por este diario como la directora de la Agenda Valenciana Antidespoblament (Avant), Jeanette Segarra, quien advierte de que para un municipio con esta población «es muy difícil dar un servicio de calidad» y «las iniciativas particulares son más difíciles de llevar a término» por la falta de masa crítica y el envejecimiento de la población.

Sobre problemáticas como esta trata el fórum de municipios del interior, que se celebra en Montanejos hasta hoy, organizado por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y al que asisten varios de estos 50 pueblos.

LA ESCUELA, clave // Estas localidades se concentran en las cinco comarcas en las que la proyección demográfica de la Generalitat para el 2033 predice una caída de población. Son el Alt Maestrat, Els Ports, el Alto Mijares, l’Alcalatén y algunas zonas de la Plana Baixa. En plena Serra d’Espadà, Chóvar es un ejemplo de esa lucha. Su alcalde, José Vicente Pérez, explica que pese a que la fuga de jóvenes es imparable, por ahora aguanta la escuela (con menos de una decena de alumnos), la tienda y el médico. Para Pérez, es prioritario retener el centro educativo y, por ello, fueron pioneros al dar ayudas al alquiler a las familias que se instalaron hace ya 15 años.

La imaginación es clave para atraer a nuevos vecinos. Lo sabe bien el primer edil de Portell, Álvaro Ferrer, que hace apenas un año realizó un llamamiento para salvar el colegio y, por ahora, lo ha logrado. En este pueblo de 226 habitantes el aula tiene seis alumnos «y ninguno de ellos es natural de aquí, ni los alumnos ni los padres». Ferrer hace un llamamiento a la «reinvención» de los municipios y a buscar fórmulas, tanto desde los ayuntamientos como desde otras administraciones, para «preservar los servicios básicos», entre los que también incluye la farmacia y la panadería.

Además, reivindica la introducción del «transporte a demanda», un proyecto que funciona en otras zonas con problemáticas similares, como Castilla y León, y pide ayudas para desarrollar «proyectos diferenciados en cada zona». En Els Ports, apuesta por convertirla en una comarca puntera en el cultivo de trufa.