Más de la mitad de la personas atendidas por Cruz Roja (52%), la mayoría de ellas con ingresos inferiores a 500 euros, admite que come menos de lo que debiera y el 87% necesita hacer cambios en su dieta para que sea saludable.

Esta es una de las conclusiones del primer estudio del Observatorio de la Vulnerabilidad Social de Cruz Roja en la Comunitat presentado ayer, en el que analizan el acceso de la población vulnerable a la alimentación saludable.

Y la oenegé pone un ejemplo. María, que reside en Castellón con tres hijos a su cargo y sin ingresos estables, afirma que los niños comen en el colegio y que, al llegar a casa, se limitan a tomar pasta y arroz.

El informe señala que en estos colectivos la alimentación es la cuarta prioridad del gasto, por detrás del pago de la vivienda, la luz y el agua.

Además, uno de cada tres hogares ingiere alimentos gracias a las donaciones.