Un total de 54 trabajadores del Banco Popular en la provincia temen ahora mismo por su empleo. Tras la venta de esta entidad al Santander por un euro, los empleados del que hasta ayer era el sexto banco de España ven con «preocupación» su futuro, como reconoce la responsable de Sector Financiero de UGT-PV, Marta Benito, que además es trabajadora del Popular en València.

Y es que, en Castellón, la entidad bancaria contaba en abril con 14 oficinas, señalaron a este diario fuentes de la misma. La cifra se había reducido mucho en los últimos años debido al proceso de ajuste de la sociedad. No en vano, como señala Benito, solo en el último ERE, 175 personas salieron del grupo en la Comunitat Valenciana. A nivel estatal, el ajuste se ha cobrado «2.500 empleos en los últimos años», afirma la representante sindical.

Una cifra «que coincide prácticamente» con el ajuste que ha llevado a cabo Banco Santander. Esto, y el hecho de que las 14 sucursales del Popular se encuentren muy cercanas a las del Santander (que cuenta aproximadamente con una cuarentena en la provincia), hace que la plantilla mire el futuro con incertidumbre. «Estamos intentando contactar con el grupo para que nos transmitan su postura», señala Benito.

Su esperanza se basa precisamente en el escaso volumen de la plantilla del Popular en el territorio castellonense, lo que en opinión de la responsable de UGT-PV debería ser «un motivo para que sean fácilmente integrables».

Por el momento, todos se encuentran «asimilando la noticia», señala Benito, porque no esperaban «un desenlace tan rápido» después de haber llevado a cabo nuevos ajustes en el último año para tratar de aportar viabilidad a la corporación. «En un año hemos pasado de continuar, a que de repente nuestras acciones valgan cero», señala. «Mientras nosotros estamos preocupados por nuestro trabajo, hay gente que se está llevando indemnizaciones importantes», concluye. Más información en páginas 50 a 52.