Siete y 45 la mañana. Demasiado tráfico y a las ocho en punto hay que estar en la oficina. Todo el mundo va deprisa y las rotondas son un caos. Hasta que escuchamos un fuerte ruido. ¡Ufff, lo que faltaba! ¡Nos hemos dado un golpe con el coche de delante! Esta es una escena cotidiana en cualquier carretera, ronda de circunvalación o rotonda de Castellón. Lo es porque ocurre 63 veces cada día, una vez cada 22 minutos. No hay víctimas, pero sí daños en los vehículos. El resultado, unos meros golpes de chapa que, sin embargo, son un auténtico engorro para los implicados. Toca dar parte al seguro, llamar a la grúa y llevar el coche al taller.

Los golpes de chapa son habituales en las carreteras y calles de Castellón y cada año lo son más. En la provincia, durante el 2017 se contabilizaron 23.250 siniestros de este tipo, lo que supone un crecimiento del 5,92% respecto al ejercicio 2016, según datos de Unespa, la Asociación Empresarial del Seguro. Aunque la cifra puede resultar imponente, no lo es si se compara con los números de hace nueve años. En el 2008, se registraron en la provincia 33.081 accidentes leves (90 al día) y, aunque en los últimos dos años ha habido un repunte, los datos siguen estando lejos de los registrados antes de la crisis. En el conjunto de la Comunitat Valenciana, el año pasado se contabilizaron casi 208.194 siniestros, mientras que en España la cifra ascendió a 1,91 millones.

Las compañías de seguros tienen muy medidos los accidentes de tráfico. Les va el negocio en ello. De las estadísticas de su informe anual se puede deducir que Castellón es, además, una de las provincias de España donde más crecen este tipo de siniestros. Solo la superan Huesca y Teruel, con un incremento del 6,54% y del 6,29%, respectivamente.

Los accidentes leves repuntan por segundo año consecutivo en Castellón y los expertos lo achacan a la mejoría económica. «Este tipo de siniestros leves son típicos del tráfico urbano y constituyen una magnitud que refleja la situación económica de un país, una comunidad o una provincia. En momentos de bonanza se producen más colisiones porque hay una mayor cantidad de vehículos circulando por las calles y, en años de crisis, ocurre lo contrario», apuntan desde Unespa.

EL LUNES, EL PEOR DÍA // Pero, ¿dónde se producen la mayoría de estos casi 23.500 accidentes leves con los que Castellón cerró el 2017? Gran parte se registran en entornos urbanos, donde por lo general se conduce a poca velocidad, lo que hace que los daños que se provocan sean de menor entidad, casi siempre sin víctimas. Por eso este tipo de accidentes suele liquidarse con un parte de siniestros por daños materiales que en muchos casos se solventan con un acuerdo amistoso entre los conductores, lo que permite agilizar el pago del arreglo de los vehículos por parte de las empresas aseguradoras.

La media en Castellón son 64 accidentes leves al día pero la palma se la lleva el lunes. El primer día de la semana registra un promedio de 75 siniestros. Al lunes le sigue el viernes, con 74. En cambio, el mejor día para conducir es el domingo. Se trata de la jornada con menos accidentes (un media de 33 y también es el día con menos movimientos). «Además, los periodos vacaciones presentan menos incidentes porque los golpes de chapa son típicos del tráfico urbano y este se hace menos denso en los periodos de descanso», argumentan desde Unespa, que aseguran que agosto suele ser el mes más tranquilo del año, seguido de diciembre. En cambio, junio es la época del año con más siniestros leves.

Los accidentes leves van a más en Castellón pero la buena noticia es que el número de víctimas mortales evoluciona a la baja. Durante el 2017, un total de 34 personas perdieron la vida en las carreteras de la provincia, tres menos que en el 2016, según la estadística de la Dirección General de Tráfico (DGT). Además, Castellón ha liderado el descenso de las víctimas mortales en la Comunitat Valenciana (-26%) y en la reducción del 33% en el número de accidentes con víctimas, que han pasado de 30 a 20.