Hay personas que no pueden huir de las modas. Que llega el verano y corren a tostarse al sol. Pero la piel tiene memoria. Supone, además, la primera barrera de defensa frente a agentes externos. Si se quema nos deja sin protección y aumentan las posibilidades de sufrir un melanoma, el más peligroso de los cánceres de piel. La mala noticia es que la incidencia de este tumor va al alza en Castellón. Cada año se diagnostican unos 70 nuevos casos y los dermatólogos avisan que el número se duplicará en los próximos 20 años. ¿La solución? Protegerse bien del sol y hacerlo, sobre todo, durante los primeros 15 años de vida, ya que reduce las probabilidades de padecer la enfermedad en un 70%.

En Castellón las cifras van a más. Solamente el Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de la Plana detecta cada año alrededor de 25 nuevos casos de melanoma, una incidencia que duplica las estadísticas de hace tan solo diez años. Un alto porcentaje de esos enfermos no supera los 40 años, lo que indica que sufrieron quemaduras cutáneas e insolaciones cíclicas cuando eran niños, ya que este tumor suele ser consecuencia de un daño solar acumulado desde que somos pequeños. «El melanoma es un cáncer de piel inducido por la exposición al sol y las quemaduras solares desde la infancia. El sol es el responsable de casi el 100% de todos los cánceres de piel», apunta la doctora Francisca Valcuende, especialista en Dermatología y jefa de la sección de Dermatología del hospital de Vila-real.

Gerard Pitarch, dermatólogo del Hospital General Universitario de Castellón, incide que el de piel es el tipo de cáncer que más ha crecido en España en los últimos 40 años y avanza que una de cada cinco personas padecerán de cáncer de piel a lo largo de su vida.

Pese a que aumenta la incidencia en jóvenes, el cáncer de piel es más frecuente en personas mayores de 50 años, que han estado expuestas al sol de forma intensa y prolongada. «Además, aumenta el riesgo en personas de piel clara, pelo rubio o pelirrojo, en los que tienen más de 50 lunares o con un historial familiar de cáncer de piel o las personas que utilizan cabinas de bronceado», describe la doctora y especialista Valcuende.

El volumen de esos tumores determina la supervivencia de quien los sufre. Cuando solo afectan a la capa cutánea externa y tienen menos de un milímetro de grosor, la extirpación suele ser suficiente para alcanzar la curación total. Si se supera ese milímetro inicial, un 20% de los melanomas esparcen sus células a otros órganos y dan lugar a metástasis. Por eso, el diagnóstico precoz es fundamental. «El Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de la Plana cuenta con técnicas como el dermatoscopio, que facilita la interpretación digital de la imagen de la lesión para obtener una mayor precisión en el diagnóstico diferencial», añade la jefa de Dermatología de La Plana. Detectarlo lo antes posible es fundamental como también lo es la prevención temprana. Y la clave está en evitar la exposición solar en las horas centrales del día, ya que los melanomas que se están diagnosticando son la repercusión de hace 20 años.