De los 399 habitantes con los que cuenta Cinctorres, 25 perciben ayudas directas de la Unión Europea (UE). Para las familias de esos 25 agricultores y ganaderos la palabra PAC (Política Agraria Común) es como una bendición, una subvención que llega todos los años y que les permite vivir con un poco más de desahogo. Porque lo que sacan con la venta de sus cosechas o la carne de sus animales no siempre da para llegar a fin de mes. «Estas ayudas son vitales para el sector, sobre todo para las zonas más despobladas», apuntan desde la Unió de Llauradors i Ramaders. Solo en el último año, estos 25 productores de Cinctorres han percibido 5.835 euros en ayudas. Y no han sido los que más han cobrado. En Castell de Cabres (19 habitantes), los tres perceptores de la PAC han ingresado de media 28.897 euros al año y en Portell, 22.599.

Que la PAC es una ayuda vital para la agricultura de Castellón es algo que demuestran las cifras que acaba de publicar el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), una entidad que depende del Ministerio de Agricultura. En 2018 los beneficiarios en la provincia fueron 11.561 y se repartieron un total de 38 millones de euros. En el conjunto de la Comunitat Valenciana, la PAC dejó 199,2 millones a 51.517 agricultores, cooperativas o comercios.

LOS PEQUEÑOS, FUERA Las cifras impresionan pero nada tienen que ver con las de hace, por ejemplo, cuatro años. En 2014 la Unión Europea destinó 47,4 millones de euros para subvencionar a 20.196 agricultores de Castellón. O lo que es lo mismo: en apenas cuatro años, Europa ha dejado sin ayudas a 8.635 productores de la provincia y ha recortado casi 9,5 millones.

Pero, ¿por qué cada vez son menos los que se benefician de las ayudas europeas? ¿Quiénes han salido peor parados de los rectores? La principal explicación hay que buscarla en la salida de los agricultores y ganaderos más pequeños, aquellos que recibían menos de 300 euros. La Administración entendió que para cuantías de ayudas menores, los costes de gestión y control podían superar a los propios importes a repartir, por lo que se decidió poner umbrales mínimos. Y esos umbrales se fijaron en 300 euros por expediente, por lo que decenas de pequeños agricultores se quedaron fuera del sistema.

La reforma del pago único explica el descenso del número de beneficiarios de la PAC, pero todavía hay otro motivo y es el progresivo abandono de las tierras de cultivo. De hecho, varios estudios de la Conselleria de Agricultura revelan que la provincia ha perdido casi 50.000 hectáreas de cultivo entre 1986 y 1986, al pasar de 191.100 hectáreas a 143.247. Un descenso del 25% de la tierra cultivada que supone que en la actualidad, tan solo el 20% de la tierra de la provincia está trabajada del total de superficie.

QUIÉN SE LLEVA EL DINERO

Pese a que los 11.561 beneficios de la provincia reciben una media de 3.288 euros cada uno, hay grandes variaciones entre lo que reciben unos y otros perceptores. Así, en Castellón se contabilizan 20 agricultores o empresas que durante el último año recibieron más de 100.000 euros. Y el ranking lo encabeza la empresa Greenmed, con sede en Almassora., que en 2018 cobró ayudas por valor de 2,6 millones de euros, siempre según el Ministerio de Agricultura. La cooperativa agrícola de Benicarló recibió un millón de euros, mientras que Real Export (Vilareal) o Agroal (les Alqueries), ingreasaron entre 270.000 y 296.000 euros. En total, los diez primeros perceptores de la PAC cobraron 6,2 millones.