El 8 de marzo del 2018 una mujer en Castelló alzó un cartel en el que se leía «si nosaltres parem, s’atura el món». Ese cartel resumía el sentir general de las decenas de personas que aquella tarde salieron a la calle para reivindicar el fin de la violencia de género, la brecha salarial o los techos de cristal en las empresas. El año pasado volvieron a hacerlo y hoy la historia se repetirá. Porque pese a que la situación de la mujer ya no es la que era (en las últimas décadas su peso en la economía, la empresa o la política ha cambiado radicalmente), ellas han dejado de callar. Ahora piden y exigen mejoras. «Las mujeres tienen que seguir estando unidas y luchar por la igualdad real. Y los hombres tienen que contribuir a desmantelar el patriarcado», resume Mavi Oliver, una de las portavoces de la Assemblea 8-M Castelló, la plataforma que organiza y convoca la manifestación que esta misma tarde recorrerá la ciudad.

Que el rol femenino es cada vez más activo es algo fácil de demostrar. De cada diez negocios que se abren en Castellón, ocho están impulsados por mujeres. Una treintena de los 135 ayuntamientos de la provincia están en manos femeninas. La subdelegada del Gobierno también es mujer. Y la rectora de la Universitat Jaume I... Pero aún con todo, las estadísticas demuestran que lo andado hasta ahora no es suficiente. Y ahí van unos cuantos datos que lo demuestran.

Fuera del mercado laboral

Durante el 2019 volvió a superarse en la provincia la cifra de las 107.000 féminas ocupadas, pero su tasa de actividad, del 54,1%, sigue siendo mucho más baja que la de los hombres, que en Castellón se sitúa en un 64,8%. Y pese a que las distancias se han ido acortando (en 2012 llegaron a ser de más de 16 puntos), el recorte responde casi en exclusiva a una disminución de la tasa masculina.

La población activa es mayoritariamente masculina y, además, el paro se ceba más con las mujeres de Castellón. La tasa de desempleo femenina se sitúa en el 18,3%, casi 8 puntos más que la masculina. Y las que salen peor paradas son aquellas que ya han cumplido los 45 años. De hecho, las desempleadas mayores se han duplicado en una década y ya suponen el 51% de las féminas que buscan un trabajo. «Muchas veces existe un desajuste entre sus competencias y las demandas del mercado, pero no podemos obviar que siguen pesando prejuicios y estereotipos que las relacionan con profesionales obsoletas y las conducen directamente al descarte en los procesos de selección», apunta Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, que ha analizado las razones por las que el mercado laboral aboca al paro a decenas de mujeres de más de 45 años.

Reinas de la precariedad

Hay más mujeres que nunca trabajando pero ellas acaparan buena parte de los contratos temporales y por horas. «La jornada a tiempo parcial es claramente femenina, ya sea por opción voluntaria o por imposición, como está ocurriendo con la aplicación de la última reforma laboral», describe Adoración López, secretaria de la Dona y responsable de Igualdad de CCOO en Castellón. Y los datos le dan la razón: de los 31.400 profesionales que en la provincia tienen un contrato por horas, 22.900 son mujeres. «Más del 70% de empleos a tiempo parcial siguen ocupados por mujeres, con la merma de ingresos que supone en el presente y en el futuro», dice la responsable de CCOO, que apunta también que los contratos que firman las mujeres, de media, duran menos que los que suscriben ellos. Es decir, la inestabilidad laboral sigue teniendo nombre de mujer.

450 euros menos al mes

Hombres y mujeres no cobran lo mismo en Castellón y lo peor de todo es que la brecha crece año tras año. Quien lo dice es el Ministerio de Hacienda, que en su último informe Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributraria revela que ellas ingresan una media de 15.155 euros brutos al año, 6.287 menos que el promedio percibido por los varones, que alcanzó los 21.442 euros. O lo que es lo mismo: la mujer gana en la provincia 449 euros menos (14 pagas) que el hombre. Pero es que, además, entre los trabajadores que perciben menos de 8.000 euros al año, más de 51.000 son mujeres, mientras que los hombres solo representan el 35% .

Los cuidados, para ellas

La conciliación y la corresponsabilidad de la atención familiar aún presenta unos desniveles preocupantes. Entre enero y septiembre del 2019, la Seguridad Social tramitó en Castellón 467 excedencias laborales por cuidado familiar. 434 de esos permisos no retribuidos los solicitó una mujer (el 93%), mientras que solo 33 los cogió un hombre. Hace cinco años la proporción fue muy similar. Y si se analizan los datos de los cuidadores de personase en situación de dependencia, el porcentaje es exactamente el mismo: nueve de cada diez son mujeres, la mayoría hijas, nueras o compañeras del dependiente. «La mujer dedica 26,5 horas a la semana, frente a los hombres que usan 14 horas, al trabajo no remunerado como el cuidado de hijos e hijas, personas ancianas o tareas domésticas», apunta María José Ortí, de la Fundación Isonomía de Castellón en base a los últimos datos del INE.

Una jubilación de pobre

La mujer acapara parte de los contratos temporales y por horas y eso se nota cuando llega la hora del retiro laboral. Un ejemplo. Los 48.948 jubilados que se contabilizan en la provincia perciben una pensión media de 1.213 euros al mes (datos del pasado mes de febrero), 500 euros más que la paga media de las 35.607 jubiladas, que asciende a 713 euros. «Eso supone que la pensión de jubilación de las mujeres de Castellón está por debajo del SMI y es una demostración más de que las brechas de género no se producen solo durante la vida activa, sino que se cronifican y se hacen extensivas en su trayectoria vital», argumenta la responsable de Igualdad de CCOO que insiste en la necesidad de no condenar a las pensionistas a la pobreza

En la economía sumergida

Hay decenas de mujeres en la provincia que no aparecen en las estadísticas. Y no están porque trabajan sin contrato, a menudo como empleadas domésticas o cuidadoras de personas enfermas. Un ejemplo. En Castellón solo hay 4.000 trabajadoras adscritas al sistema del empleo del hogar y los sindicatos denuncian que muchas de ellas, al menos otras 4.000 más, trabajan en negro porque sus empleadores no están dispuestos a costearles parte de la cuota, tal y como exige la ley. «Sin cotización a la Seguridad Social no tienen derecho a bajas, paro o a una pensión de jubilación cuando se retiren».

Carreras de chicas y chicos

Dice el estereotipo comúnmente aceptado que a las mujeres no les va eso de las carreras técnicas. Y se cumple. En la Universitat Jaume I de Castelló solo una de cada 10 alumnas opta por una de las 12 carreras que imparten en la Escola de Tecnologia i Ciències Experimentals (ESTCE). En cambio, en Enfermería ellas suponen el 79,8% del estudiantado y en Magisterío Infantil, más del 93%.

Víctimas de la violencia

Nelea fue asesinada por su novio en Vinaròs en abril del 2019 y es la última víctima mortal en Castellón de una lacra, la del terrorismo machista, que desde el 2003 (cuando se inaugura el recuento oficial) se ha cobrado la vida en la provincia de 16 mujeres. La primera fue Amparo Ebrí, una vecina de Alcalà de Xivert de 36 años a la que un 24 de julio de hace casi 17 años su novio asestó cuatro cuchilladas mortales.

Y más cifras. Solo en los primeros nueve meses del año pasado, 1.344 mujeres denunciaron ser víctimas de la violencia machista en la provincia, según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Y eso significa que cada cinco horas se produce una nueva denuncia.