Una escuela global cada vez más diversa. El peso de la integración del alumnado inmigrante recae sobre todo en la educación pública. Y es que, según el último informe del Ministerio de Educación, de los 14.647 matriculados extranjeros en la provincia de Castellón a final del pasado curso, 13.287 estaban escolarizados en centros públicos y solo 1.360 en privados (es decir, el 90,7% frente al 9,3%).

La cifra de alumnos extranjeros aumentó el año pasado en 421, pero la tendencia se mantuvo: el 91% en la pública y el resto en la privada y concertada. Por etapas, los foráneos suponen el 14,5% del total del alumnado, aunque se escolarizan principalmente en Primaria (5.938), ESO (3.235) e Infantil (2.416). En FP Básica estudian 287; media 715, superior 499 y Bachillerato 750.

PLAZAS DISPONIBLES // La presidenta de FAMPA Penyagolosa, Silvia Centelles, señaló que la pública siempre tiene previsión de plazas para el alumnado nouvingut (el que llega con el curso ya empezado). «No tanto en la concertada, que lo que quiere es llenar las clases desde el inicio y apenas deja espacios libres para estas necesidades», indica.

Por ello, considera que el reparto debería ser equitativo. «Todas las escuelas, sobre todo las sostenidas con fondos públicos, deberían dar el mismo trato en todo: escolarización, horarios...».

RECURSOS // Señaló que el escolar recién llegado se incorpora a la clase asignada y poco a poco va asimilando el idioma y los contenidos, por lo que pide más herramientas para que la integración sea lo más rápida posible, como recursos personales, sobre todo a los que desconocen la lengua. Sin embargo, ser extranjero no es sinónimo de tener necesidades de apoyo. Y es que estos pueden precisarlos muchos niños, sean o no nacidos en el país.