La proliferación de conejos en la provincia sigue acarreando problemas de diversa índole, algunos incluso en el aeropuerto de Castellón y su entorno. Para tratar de evitarlos en la medida de lo posible ayer lunes se llevó a cabo una batida de caza extraordinaria en los alrededores del aeródromo castellonense.

La acción se materializó tras varias reuniones entre la Federación de Caza, la Unió de Llauradors i Ramaders (cuyos asociados han denunciado en repetidas ocasiones los daños que provocan estos animales en sus cultivos) y las dos firmas vinculadas al aeropuerto, la promotora Aerocas y la gestora, SNC-Lavalin. Además, en las reuniones también particiaparon los ayuntamientos de Vilanova d’Alcolea, Cabanes, Benlloch y Vall d’Alba.

Los esfuerzos de los cazadores se concentraron en la parte más cercana al aeropuerto. En la batida participaron alrededor de 75 aficionados a este deporte y todos lo hicieron de forma voluntaria y, para poder tomar parte, tuvieron que buscar un hueco en sus agendas, ya que tenían que compaginar su afición con la jornada laboral. El resultado fue la caza de cerca de 187 conejos.

No es la primera vez que el entorno del aeropuerto de Castellón vive una jornada similar. En marzo este diario ya informó de batidas en las cercanías del recinto aeroportuario (está prohibido cazar con escopeta en el interior, donde los métodos de control se limitan a hurones y aves rapaces). También se ha tratado de minimizar la afección de esta plaga en otras zonas de la provincia, como el Baix Maestrat, donde generan problemas graves. H