Nuevo giro en la polémica cruz del parque Ribalta con la presentación de un escrito en el Juzgado Contencioso Administrativo de Castellón, por parte de la Asociación Española de Abogados Cristianos, mediante el que piden que prohíba al Ayuntamiento derribar la cruz para así evitar que se repita lo sucedido en la localidad alicantina de Callosa de Segura. Según ha podido saber este periódico, la solicitud de medidas cautelares se presentó anteayer en el juzgado de Castellón y se dio a conocer ayer, justo después del pleno extraordinario de aprobación del presupuesto, que desbloquea una partida que permitirá desarrollar el plan arbóreo que sustituirá a la cruz en el parquer Ribalta, previo a poder retirar el monumento.

En la solicitud, se adjuntan datos que prueban la intención del Ayuntamiento de retirar la cruz, como el contenido del pleno del pasado mes de septiembre, en el que se evidenció la voluntad de quitar la cruz del parque, como así lo defendió la concejala de Cultura y portavoz del equipo de gobierno, Verònica Ruiz.

En el escrito remitido a los medios por la Asociación Española de Abogados Cristianos, su presidenta, Polonia Castellanos, insiste en la importancia de que «la justicia llegue a tiempo y no pase como en Callosa, que después de iniciar el derribo del monumento, el TSJ de Valencia lo paraliza, para posteriormente cambiar de opinión». Espera que con la cruz del Ribalta «el tribunal actúe de otra manera y no permita destruir el monumento para luego, llegado el caso, volver a reconstruirlo en su lugar de origen».

«UN SÍMBOLO RELIGIOSO» // Manifiesta, además, que «la cruz del Ribalta no tiene ninguna inscripción y, por tanto, se trata únicamente de un símbolo religioso que no incumple la Ley de Memoria Histórica». «Hay sentencias de otros tribunales superiores de justicia en ese mismo sentido», y confía en que en Castellón, «no se cometa el atropello de Callosa».