Un grupo de vecinos de la capital de se sumó ayer por la mañana a la propuesta de Acció Cultural para recorrer aquellos rincones de la capital de la Plana que tuvieron significación durante la Dictadura, en su particular conmemoración del 80º aniversario de la ocupación de Castellón por parte de las tropas franquistas.

Bajo el título Castelló franquista, los participantes, guiados por Manuel Carceller, se congregaron frente a la Cruz de los Caídos, en el Parque Ribalta, y completaron el itinerario que les llevó por Hort de Corders, Puerta del Sol, plaza Mayor, Cardona Vives, avenida del Mar y plaza María Agustina, donde pudieron conocer detalles sobre «algunos de los edificios más significativos del aparato estatal y partidista del Movimiento», según precisaron desde la agrupación cultural.

Las delegaciones provinciales de los ministerios, el edificio de la Central Española Nacional Sindicalista (CENS) o el proyecto de estatua de Franco en la plaza María Agustina, fueron algunos de los enclaves en los que la visita hizo un alto. Entre otras cuestiones, se recordaron «algunas de las anécdotas más suculentas de la relación del Régimen con Castellón», haciendo incidencia en la huella «muy grande y lamentable» que dejó el franquismo a lo largo y ancho de la ciudad.

La ruta finalizó en el que calificaron como «el símbolo del poder del Régimen por excelencia, el edificio del Gobierno Civil».